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Sarcasmos

Mi amor, me arreglo y nos vamos”. “Vale, voy poniendo Dr Zhivago, que todavía no la he visto”. / ¿Cómo es que la hiper hipócrita UNICEF se opone con todas sus fuerzas a que haya niños guerreros, pero en cuanto cumplen 18 les da su entusiasta“bendición para que vayan a las guerras a matar o a que los maten?

VENEZUELA Y BENESUELA

LATAM y Lufthansa se unen a la larga lista de aerolíneas que ya no vuelan a Venezuela. Me comenta un queridolector con ironía: “Malditas compañías imperialistas, derechistas olor a azufre de shit (sobre todo Latam), ya lo pagarán caro”. “LATAM es la nueva marca de las aerolíneas formadas por las aerolíneas sudamericana LAN, TAM y sus filiales. Con sede en Santiago de Chile, la aerolínea tiene 53 mil empleados y 327 aviones. Opera vuelos para pasajeros a países en Sudamérica,

Centroamérica, Norteamérica y el Caribe, Europa y Oceanía, llegando a un total de 135 destinos en 23 países. En carga la aerolínea sirve a más de 144 destinos en 26 países. En términos de tráfico y cobertura, se constituye como la mayor línea aérea de Sudamérica”.

Estamos viendo en vivo las dolorosas etapas finales de la desintegración de un país causada por sus políticas socialistas, aplicadas como siempre con las mejores intenciones del mundo, pero con los pésimos resultados también de siempre. Dichas políticas de gobierno se aplicaron desde 1999, por el genial, audaz y jocoso demagogo Hugo Chávez hasta su muerte en 2013 (por un cáncer inducido por la CIA, aseguran sus fieles), y a partir de ahí por su deslavada y patética criatura y caricatura Nicolás Inmaduro. Esa diabólica mancuerna bolivariana convirtió a este pobre país de 31 millones (la cuarta parte de la población mexicana) en una zona de desastre: de Venezuela a Benesuela. Su capital, Caracas, era un metrópolis deliciosa (me dicen los que la conocieron en su apogeo) y hoy es la ciudad más peligrosa del mundo, donde te asesinan a pleno día en la calle por robarte el teléfono móvil, donde hay saqueos tumultuosos en supermercados semivacíos, donde la gente común caza perros, gatos, ratas y palomas para comer, donde los hospitales no tienen agua corriente, donde el gobierno no tiene dinero ni para comprar el papel con qué imprimir más billetes, donde nadie invierte porque si tu negocio es exitoso no faltará el burócrata que te lo confisque sin indemnización, donde el desempleo está desatado, donde la inflación anual de precios anda en 257%, donde la hija de Chávez y sus cuates se volvieron multimillonarios, donde un casual comentario antigubernamental te puede llevar a la cárcel o algo peor, y lo más grave, donde la polarización social alcanza niveles de guerra civil: unos venezolanos están dispuestos a matar a otros venezolanos al menor pretexto.

El final de este pobre país será el usual y por eso es predecible: los populistas de izquierda más “amorosos” le abren el camino del poder, y el ánimo de su población, a los regímenes de derecha más “inhumanos”. La acción trabaja siempre para la reacción; nada nuevo. ¿Para qué necesitamos a Maquiavelo si tenemos a Newton? ¿Compensan tres años de jolgorio populista, 17 años de dictadura

feroz (modelo Allende-Pinochet)? ¿O acaso seguimos creyendo como pueblos que hay regalos sin costo, pachangas sin factura y borracheras sin cruda? Toma nota, México, en el 2018. No estamos nada bien, es cierto, pero entregarse a las sirenas que cantan bonito no es la mejor solución.

Nuestros tecnos llevan 30 años sangrando nuestra economía personales y familiares, hay que reconocerlo; pero en la mitad de ese tiempo (o menos) los demagogos nos llenarán de piñatas el camino a la guillotina. (Como ves, no creo que ningún político tenga “la” solución ideal; soy un escéptico incurable.) Y como político no intentes hacerte pasar (y elegir) por una cosa sin estar dispuesto a seguirla hasta sus últimas consecuencias; ahí está el caso del acomodaticio presidente Francois Hollande, que tiene paralizada a Francia por proclamarse “socialista” y luego aplicar políticas “neoliberales-antisindicalistas” para las que NO lo eligieron.

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