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La muerte del crítico de arte (primera parte)

Criticar ha sido un deporte de mucho beneficio para algunos afortunados. Pero para la mayoría de los artistas ha sido un dolor de cabeza. Recuerdo cuando los teatreros de Juárez esperaban en el restaurant “El Coyote Invalido” a que el Fronterizo y el Diario De Juárez saliera a la venta a las 2 de la mañana para leer la critica teatral de Karmina Lozano y Amado Talavera. Si la critica era buena, el grupo de teatro tendría otra oportunidad de producir una obra, si era mala, pues se transformaba en otro grupo.

Me temo que hoy en día seria imposible esperar hasta la madrugada para saber si una obra de teatro gustó o no. Sólo con meterse al Facebook se podría ver cuantos “likes” recibió, o en Twitter, ver claramente la reacción del público. La crítica “especializada” ha muerto, o por lo menos, ya no es importante.

La página de “Rotten Tomatoes” cuenta con por lo menos 172 críticas de cada película que se estrena. Hace apenas algunos años, se veía como un sitio sin importancia, pero con mas de 94 millones de visitas en un día, cuando se anuncia un película, se habla de su estatus en ese sitio. Es aquí donde la situación se vuelve un poco complicada.

Tenemos el ejemplo de la película “Superman vs. Batman”. Los críticos le dieron un promedio de 33%. Fue la peor película según la “crítica” pero no valió de mucho, puesto que fue un éxito en taquilla mundialmente. De igual forma el libro “Freedom” de Jonathan Franzen, fue adorado por la “crítica” mundial, pero no se vendió nada.

La crítica va pegada con los premios y sabemos que la ganadora al óscar como mejor película, estuvo en la pantalla grande sólo por tres semanas. Esta claro que la crítica actual no tiene mucho efecto sobre las masas. Se habla de cómo Disney y su imperio se encarga de que sus películas sean bien recibidas. Si veo los excelentes comentarios sobre “Star Wars, El Despertar de la Fuerza” y luego pienso en lo mala película que es, no es difícil de creer que los críticos se venden al mejor postor.

Lo mismo pasa en el teatro producido en Nueva York. Tenemos producciones que son calificadas como las mejores que sólo duran tres semanas en cartelera. Luego obras que son consideradas malas que ya llevan años representándose. ¿Qué es lo que esta pasando?

En primer término debemos de separar el valor económico al artístico. De esta manera la persona encargada de criticar alguna obra de arte no debe de tener como base si la película va o no a ganar dinero. Pero entonces, ¿cuál es su labor? ¿Cuáles son las bases de la critica artística actual?

La pregunta no es fácil de contestar. Si la critica no ayuda a la venta de boletos, o ni siquiera puede influenciar su valor económico, ¿para que la queremos?

Aun recuerdo cuando la crítica cinéfila se dedicaba a buscar a directores no muy conocidos y los convertía en estrellas. Ford Coppola, Stanley Kubrick, Almodóvar, Spike Lee, entre muchos otros, crearon sus carreras gracias a los críticos. No se trababan de directores populares y sus películas no eran consideradas económicamente viables, pero se tenía la idea de que se hacia arte, no producción. Me temo que en ninguno de estos “grandes” podría sobrevivir en estos tiempos.

Las producciones teatrales han abandonado a la critica especializada, y los libros se publican dependiendo de sus “hits” en las redes sociales. Siempre se ha hablado de que la critica es elitista, pero, ¿acaso no se ha vuelto completamente “populista”?

Por ejemplo, la música de banda, o los narco corridos, sólo porque son populares no significa que sean buenos. Pero de alguna forma, ya ni se critican. ¿Quién entonces decide si algo es artístico o no en nuestros tiempos?

(continuará)

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