La decisión democrática del Reino Unido de separarse de la Unión Europea está causando grandes volatilidades en los mercados financieros mundiales, que han afectado las monedas, con devaluaciones del Euro y otras divisas, incluyendo por supuesto nuestro peso mexicano.
¿Por qué esta separación es tan importante en el mundo de los negocios globalizado, cuando Gran Bretaña tiene una minúscula parte de la economía mundial? Por diversas razones, la más importante es porque el Reino Unido es un referente respecto de la conducción política y económica del mundo. Por ejemplo, Londres, es indudablemente la capital financiera de Europa, y por lo tanto, tiene un peso específico sicológico en las decisiones de negocios mundiales sumamente importante.
Pero analicemos los efectos en cascada que esto provoca. Por un lado tenemos la fuga de capitales especulativos a lugares considerados como más seguros, como Estados Unidos, que otorga la protección de su estabilidad institucional, estado de derecho y el ejército más poderoso del mundo. Es por ello, que el primer efecto que se nos presenta es el fortalecimiento del Dólar estadounidense, que mandó en la última semana de junio de 2016 al peso mexicano a más de $19.00 pesos por dólar. Esta misma situación la sufre el euro y el yuan de China, así como las demás monedas mundiales.
Los efectos inmediatos de este fortalecimiento del dólar, son la presión inflacionaria que se generará a nivel mundial, incluyendo a México, porque los bienes y servicios de importación, provenientes del país con el que tenemos mayor intercambio comercial, repentinamente se tornan más caros.
Ahora bien, tenemos otros efectos, que se pudieran considerar positivos. Nuestra economía que está fuertemente basada en las exportaciones, se torna de la noche a la mañana en más
competitiva, porque el valor de los insumos nacionales baja al mismo nivel de la devaluación del peso para con el dólar, y las ventas de exportación de nuestras manufacturas, servicios turísticos, petróleo y los ingresos por transferencias de nuestros paisanos residentes en Estados Unidos, están basadas en dólares que van a darnos un mayor poder adquisitivo en México.
El efecto negativo que este fortalecimiento del dólar tiene en Estados Unidos, puede ser positivo para México, porque al perder competitividad nuestro vecino del norte, al convertirse más caros sus bienes y servicios para con el resto del mundo, se ve en la imperiosa necesidad de abaratar sus costos, acudiendo a su socio comercial más cercano, que es México, que cuenta con una enorme planta industrial establecida en más de 50 años de relación comercial manufacturera con los Estados Unidos.
No debemos hacer a un lado otros efectos negativos que el BREXIT puede tener en el ambiente de negocios mundial, que es la incertidumbre que esto genera para los inversionistas. La salida del Reino Unido de la Unión Europea manda la señal a los inversionistas, de que los tratados de inversión y de libre comercio pueden llegar a una etapa de inestabilidad; que pueden llegar las fuerzas nacionalistas, proteccionistas, xenofóbicas, que hagan que nuestra economía globalizada entre en una etapa de debilidad, que pueda generar una gran recesión globalizada de consecuencias sociales y económicas incalculables.
Esperemos que esta golondrina del BREXIT no haga verano en la psique del capitalismo mundial, y Gran Bretaña negocie con la Unión Europea una salida racional, que mantenga la mayoría de las ventajas que representa el libre comercio, y el Reino Unido continúe con su clásica liberalidad en su política de no darle tanto poder al gobierno y a los burócratas, que causaron en gran medida el impulso a salirse de la Unión Europea con sus sobrerregulaciones.
Para México, debemos aprender claramente de este movimiento británico, que fue causado en mucha medida por la xenofobia ocasionada por las liberalidades de la Unión Europea en su flujo migratorio, pero también por la presión económica causada por las demandas financieras de la Unión Europea a países prósperos, para sacar del desastre financiero a países débiles e irresponsables que abusaron de la pertenencia de este bloque continental, generando un
sentimiento nacionalista acendrado, parecido al que Trump, justificada o injustificadamente, ha provocado en el pueblo de Estados Unidos.
Curioso que por segmentos de edad, la decisión de los británicos de separase se dio principalmente en la población de mayor edad, que viven fuera de las grandes ciudades inglesas, mientras en Londres y el norte del Reino Unido, en Escocia e Irlanda del Norte, votaron en favor de permanecer adheridos.
Esto nos puede inducir a pensar que las fuerzas de la población conservadora, con índices de educación baja, no sofisticada en la vida del mundo globalizado y de las comunicaciones por Internet, es presa fácil de estos nacionalismos que pueden atentar en contra de la estabilidad mundial de la economía.