La oposición contra la reforma educativa crece y en lugares como Oaxaca se exige que la oposición incluya otros temas del pueblo.
Entre los estados dónde hay oposición se encuentra Tamaulipas, donde también participaron agricultores.
Hay rechazo en Chiapas dónde se sumaron trabajadores jubilados y también en Michoacán se moviliza la gente.
En Quintana Roo se unió la oposición a la ley Borge, diseñada para darle impunidad al gobernador saliente.
En Coahuila la protesta incluyó a los desparecidos en Ayotzinapa.
En Aguascalientes se unieron estudiantes de normales. En Nayarit se escucharon gritos pidiendo la salida de Nuño.
En Cuernavaca, Morelos, León, Guanajuato y Acapulco, Guerrero participaron también jubilados.
En la Ciudad de México, las protestas atrajeron a académicos de nivel universitario y grupos cada vez más amplios.
Es correcto que reformar a la educación sea prioritario, pero cuándo la oposición se extiende, quiere decir que algo en la propuesta del gobierno hay que revisar.
Ningún gobierno puede ni debe, asumir una postura tozuda. El arte de gobernar es el arte de escuchar, consensar y alcanzar lo mejor para el beneficio de todos.
Si las columnas de chismes son correctas, Nuño caerá. ¿Con él lo hará la reforma? ¿O llegará un secretario más sensato y sensible que entienda que la letra ya no con sangre entra? La letra y la reforma con caricias avanza. El pueblo se deja querer. No le gusta que lo agarren a palos y balazos.