Peña Nieto pidió perdón por el asunto de la casa blanca. Antes dijo que el asunto lo daño.
Me apena contradecir al presidente, pero como jefe de Estado debe ver las cosas desde la perspectiva nacional y no personal.
La corrupción afecta a la nación y no a los corruptos. La casa blanca lanzó una nube de corrupción sobre la oficina presidencial y eso causa un daño profundo sobre la sociedad en general. Poco importa para el bien del país que el presidente se sienta ofendido, porque más ofendida está la sociedad en general al ver que el poder se usa para el enriquecimiento personal y no para el bien de la nación.
Es insultante que mientras el 60% de la sociedad batalla para llevar comida a su mesa diario, los políticos pueden comprar mansiones en el valor de los millones de pesos. Nos falta saber de dónde sacaron el dinero para esas compras si siempre han sido funcionarios. Es el caso de Peña, de Videgaray y ahora de Ochoa en el PRI, que ha amasado una gran fortuna desde sus posiciones en el gobierno.
Pedir perdón es una grosería, porque supone que lo que parece un acto de contrición sirve para que la sociedad ponga detrás una ofensa mayor.
Solo falta que también pida perdón porque puso al fiscal que lo declaró inocente.
Peña y cómplices pisotean la ley por sistema. Se comportan como trúhanes y arrasan con lo que pueden. \La corrupción ha llegado a niveles nunca imaginados y eso no se perdona ni, aunque lo soliciten de rodillas.