Aún en estos tiempos en los que a través del internet tenemos casi toda la información a la mano, es difícil enterarse de toda la escritura que se produce en las diversas partes del mundo. Ya sea porque es imposible abarcar, por lo menos echar una mirada rápida, a todo lo escrito y que está al alcance de los ojos a través del internet; o ya sea porque estamos anclados a una sola forma de buscar, entendible cuando nuestros intereses son tan claros.
Lorna Polo-Alvarado es una narradora que se ha movido en el mundo académico. Ella tiene un doctorado en Literatura Española y es profesora en la Universidad del Turabo en Puerto Rico. Y su primer libro de cuentos es Tanatorio urbano, publicado en el 2014, y del que hoy quiero hacer algunos comentarios.
Está compuesto por 12 relatos cortos. El protagonista del primero de ellos es el Guacho. Este término procede del quechua y significa pobre, pero en sentido figurado, no recto, como cuando decimos: “pobre, se le quemó su casa”. Su definición se aplica a un animal, pues en otro sentido también significa huérfano; sólo en raras ocasiones a una persona, porque ha perdido a sus padres o porque nació fuera de un matrimonio; ya se imaginarán que en este caso lleva una carga peyorativa, equiparable a expresiones ya en desuso: bastardo, hijo natural e hijo ilegítimo.
Pero hay otras acepciones que quiero mencionar, porque con esa información se está en mejores condiciones de leer cualquier relato que aluda al Guacho. Contiene una referencia a la mala intención, al individuo natural o residente del campo, campesino en sentido despectivo.
He aquí un fragmento de dicho cuento:
Soy un pequeño comerciante como ellos lo fueron al llegar a este pueblo y establecer el colmado más pintoresco del lugar. Ahora, ya no es tan pintoresco, ha perdido parte de su saber al dejar atrás las tertulias que se formaban entre los clientes que llegaban cada día a comprar pan o alguna golosina. Aprovechaban la oportunidad para enterarse del chismecito del día, o de la semana, según durara el tema en sus bocas.
Sobre este relato sólo agregaré que el Guacho colecciona historias.
Como ya habrán reflexionado, Tanatorio es una mezcla y sustitución en la morfología de la palabra Sanatorio, con el lexema Tánatos, cuyo origen lo encontramos en la mitología
griega, y que evoca la muerte, sin violencia. Se describe a Tánatos como una criatura oscura y escalofriante, obviamente, es representante de la muerte, ésa que llega sin que nos demos cuenta, y a la que se le tiene pavor. Y urbano, la segunda parte del título, porque se alude al vacío, la soledad y la muerte que campean en cualquier ciudad. Si sanatorio quiere decir que sana, tanatorio, que mata.
Por cierto, la ubicación de tanatorios y crematorios ha estado en discusión, ya que la gente se ha quejado, pidiendo que haya una distancia mínima de dichos lugares con respecto a las zonas destinadas a uso residencial; ése es el caso de algunos poblados de España.
En los cuentos de Polo-Alvarado todos los personajes son seres comunes, cotidianos, enfrentados a ese mundo tan lleno de gente pero en el que todos tienen prisa y ni notan al de al lado. Esos personajes se ven obligados a sobrellevar, en total soledad, sus peores sentimientos, los deseos no cumplidos, el rencor, el desprecio o el resentimiento. Así opinó Dalia Stella González, quien presentó el libro en junio de 2014 en la Sala Leopoldo Santiago Lavandero, Museo de Caguas, Puerto Rico. Otra presentación más del mencionado libro se llevó a cabo, en la que participó Leyda Vázquez Valdés, en el Festival de la Palabra, en octubre del mismo año.
Algunos de los títulos de los relatos de este cuentario son “Amor vincit omnia”, “Post tenebras lux”, “Sine die”, “¡Oh tempora, oh mores!” e “Ipse dixit”, expresiones latinas que, aunque no están en el diccionario de la RAE, son de uso común y les pueden dar una idea de su contenido, o al menos les produce expectativas; a esto es a lo que se refieren Hans-Robert Jauss, Wolfgang Iser y Umberto Eco en su trabajos sobre el receptor.
Con la facilidad que ofrece el internet para la compra venta de objetos, ustedes pueden adquirir ese libro, por supuesto, en Amazon, pero también en Lulu, ebay y otros sitios similares. Incluso Lorna tiene su blog, así que también pueden ponerse en contacto con ella.
Es conveniente leer lo que se escribe más allá de nuestras fronteras. ¿Por qué? En una ocasión el escritor francés Antoine Houdar de la Motte dijo que “mediante la lectura nos hacemos contemporáneos de todos los hombres y ciudadanos de todos los países”. Esas palabras son ahora, más que nunca, ciertas, ya que con la globalización que nos envuelve, no sólo compartimos con otras personas, los objetos que ellas producen, sino también podemos asomarnos a sus días. Pertenecer a un grupo es saber qué se comparte con tal grupo y saber que existen otros grupos, con formas distintas de ver la vida.