Forjados en la cultura de la grilla de tanto negociar con el PRI, la alta jerarquía católica se encuentra sumida en una disputa política entre dos grupos por liderar la negociación con el gobierno en el tema del rechazo a los matrimonios igualitarios.
De un lado se encuentra el Episcopado aún dirigido por el obispo de Cuernavaca Ramón Castro Castro; de otro, el arzobispo primado de México y cardenal Norberto Rivera Carrera, ya sin sus relaciones de poder en el Vaticano, a punto de entregar la sede y encaminado a Roma a una posición menor “de tenme acá”.
Los obispos aglutinados en el Episcopado ya se reunieron con el presidente Peña Nieto y con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para desahogar el tema de la iniciativa de ley de matrimonios igualitarios. En las dos oficinas recibieron la seguridad de que esa propuesta presidencial está archivada.
Osorio garantizó a los obispos del Episcopado que la iniciativa se envió al Congreso, pero ahí el PRI la enfrió y la mandó a comisiones; si en comisiones se reactiva, de todos modos, la bancada del PRI no votará por aprobarla.
A pesar de ello, el domingo pasado el semanario Desde la Fe del Arzobispado de Rivera Carrera volvió a reactivar el tema asumiendo el liderazgo del Frente Nacional por la Familia (FNF) y de la Unión Nacional Cristiana por la Familia (UNCF) para reactivarlos en contra del gobierno.
En el fondo se encuentra la disputa por el liderazgo terrenal de la iglesia católica en México. El cardenal Rivera Carrera vio enfriadas sus relaciones con Roma y el papa Francisco ha estado neutralizándolo en las relaciones de poder en el sistema político mexicano. Rivera ya debe pasar a retiro porque en junio próximo cumplirá 75 años de edad.
Del lado contrario se encuentra el arzobispo Carlos Aguiar Retes, de Tlalnepantla, e interlocutor del ahora presidente Peña Nieto cuando era gobernador del Estado de México. Aguiar fue pieza clave para facilitar el matrimonio religioso de Peña con la actriz Angélica Rivera. Sin embargo, Aguiar quedó mal parado en Roma cuando el presidente Peña envió al congreso la iniciativa de matrimonio igualitario. De todos modos, Aguiar es el representante real del papa Francisco en México y acaba de ser ascendido a cardenal y como tal participará en futuros cónclaves, cosa que el cardenal Rivera ya no podrá hacer.
Las protestas sociales de grupos católicos contra el matrimonio igualitario no fueron encabezadas por la jerarquía, aunque si las aprobaron y varios obispos participaron en marchas a nivel personal. Pero ahora hay jaloneos para ver quién capitaliza el papel activo de esas organizaciones. Rivera quiere que los grupos católicos sean recibidos por el presidente, pero éste ya ser reunió con la jerarquía articulada a Roma.
Las pugnas por liderar grupos católicos son parte de una guerra santa en la alta jerarquía católica antes de que Rivera se vaya a su exilio a Roma y se reorganice el poder político eclesiástico.