¿Se trata de ser un buen lector o de hablar sobre libros que no se ha leído? ¿Es un asunto de elegancia intelectual? Estas son algunas de las preguntas que aborda el dramaturgo ruso Antón Chejóv (26 de enero 1860- 15 de julio 1904) en una carta a su hermano Nicolás, dos años mayor que él. En esta carta un poco áspera, Chejóv delinea ocho cualidades de las personas cultas entre las que incluye honestidad, altruismo y buenos hábitos.
Chejóv le dice a su hermano que no tiene porqué quejarse de que la gente no le comprenda; que si lo hacen y que es suya la falta por no comprenderse a sí mismo. Luego en el cuerpo de la carta Chejóv zarandea a su hermano mencionando sus virtudes pero diciendo al fin que está apartado de conducirse como persona cultivada.
Y dice Chejóv que es su opinión las personas cultas deben:
1. Respetar la personalidad humana y ser por tanto gentiles, amables y corteses dispuestos a darse a los otros. Si viven con alguien no lo hacen como un favor y perdonan el ruido, la indiferencia y la presencia de extraños en sus casas.
2. Tienen compasión no solo por gatos o mendigos sino que se desvelan para contribuir a que alguien pague la colegiatura de sus hermanos o le compre ropa a su madre.
3. Respetan la propiedad de otros y por tanto pagan sus deudas.
4. Son sinceros y no mienten ni siquiera en pequeñas cosas. Una mentira les es insultante y los coloca en una posición de inferioridad. No son arrogantes ni se pavonean en las calles.
5. No se colocan en una situación de ganar compasión. No manipulan a los demás para obtener ventaja.
6. No tienen una vanidad profunda. No les importan los falsos diamantes como conocer celebridades, estrechar manos con artistas menores, contar con renombre en las tabernas, ni vanagloriarse cuando hacen un trabajo modesto como si hubiera sido enorme.
7. Si tienen talento lo respetan. Sacrifican descanso, mujeres, vino, vanidad.
8. Desarrollan un sentimiento estético en ellos. No se duermen vestidos con ropas, no pueden ver grietas llenas de insectos, respirar aire viciado, caminar por un piso sucio, cocinar sus alimentos en una cocina grasienta. Buscan por todos los medios restringir y ennoblecer el instinto sexual. Lo que quieren es una mujer y no una compañera de cama. No buscan el ingenio que se requiere para mentir de manera continua. Quieren, si son artistas, frescura, elegancia, humanidad, la capacidad de la maternidad. No beben vodka a toda hora ni olisquean los armarios pues no son puercos y saben que ni lo son. Beben solo cuando están libres y pueden hacerlo. Ellos quieren una mente sana en un cuerpo sano.
No basta con haber leído un texto de Dickens o un fragmento de Fausto , lo que se requiere es trabajo constante, día y noche, lectura constante, estudio y voluntad. Cada hora es preciosa para ello…Ven ahora y rompe la botella; lee autores que no conoces. Desecha tu vanidad, no eres un niño, pronto tendrás treinta años. Te espero, todos te esperamos.
Y así concluye esta carta que nos presenta María Popova en BrainpIckins.
https://www.brainpickings.org/2013/01/29/anton-chekhov-8-qualities-of-cultured-people/