La prensa reporta constantemente proyectos y mega proyectos que arrasan con el ambiente. Para esto los gobiernos se hacen los desentendidos sabiendo que se puede $ilenciar protestas, o bien que éstas terminan por desinflarse y como dijo Keynes A futuro todos estaremos muertos. O sea que la bronca le tocará a un gobierno subsiguiente cuándo el daño este hecho.
Ejemplos abundan. La línea 7 del metrobus para el que están talando árboles.
La carretera La Pera-Cuautla, para la que arrasan con árboles y afectan los acuíferos.
El entubamiento del agua de los Yaquis en Sonora, que no solamente los despoja sino que arruina ciclos agrícolas, y dicen, sirve para regar las tierras de un político encumbrado.
Ah, está la presa del gobernador Padrés que al destruirla evadió el castigo. #ImpunidadTotal.
El avasallamiento de la Rivera Maya y la destrucción del manglar.
Ahora leo que es el turno de la isla de Holbox dónde los hoteles están destruyendo flora y fauna. El gobierno se justifica diciendo que está rebasado. ¿Acaso las licencias de construcción se emiten solas? ¿O cuál e$ el recur$o para apre$urar las licencia$?
¿Por qué en la pequeña mentalidad de los burócratas no consideran replantar árboles en lugar de talarlos? Nos dirán que por el costo, pero más caro resulta la destrucción del ambiente.
En el país prevalece la visión inmediatista. Los políticos se interesan por lo que ganaran y sacrifican el futuro de la nación. Mucho no se les puede pedir a los que ven a la política como medio de enriquecimiento y al gobierno como satisfactor de auto gratificación.