En el país abundan empresas constructoras, algunas con potencial de expansión a otros países, sin embargo, el gobierno le da preferencia a empresas de otros países que repatriarán sus ganancias.
Sin embargo, la fuga de capital es el menor de los problemas porque como vemos hay comportamientos de esas empresas que se vuelven sospechosas.
Los medios reportan que la empresa española Aldesa tiene por lo menos tres proyectos problemáticos: Paso Exprés en Morelos que se hundió, un puente entre los municipios de Chicomuselo y la Concordia en Chiapas que no termina y una carretera en Morelos no entregada a tiempo. En todos los proyectos hay retraso, exceso del costo en montos superiores al 50% del costo original y los empleados se quejan de malos salarios y malas condiciones de trabajo.
En México es inevitable pensar que hay razones que explican la omisión de las autoridades y el silencio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ante la serie de problemas e irregularidades, incluidos los obstáculos para la investigación y peritaje del socavón en el Paso Exprés. Así pensamos que al mejor estilo de los gobiernos del país, posiblemente lo que se oculta tras esa conducta gubernamental es una gigantesca mochada que sirve para tapar ojos y bocas.
La corrupción llegó a niveles criminales y de un desfalco inmenso al fisco. La impunidad domina, mientras la sociedad observa el saqueo sin la menor posibilidad de frenar el robo de sus recursos y su futuro.