Un italiano escribió El Gatopardo, que implica reformar todo para que no cambie nada mientras que en México es una realidad cotidiana.
Llevamos 35 años de neoliberalismo, nos dijeron que habría consecuencias negativas temporales pero que luego se corregirían. En ese período se fueron del país más de 11 millones de personas, el salario real se cayó constantemente, el país se inundó en sangre porque los criminales sometieron a los gobiernos.
En ese lapso cambiamos de partido en el poder y unos cinco partidos gobiernan ciudades, estados y la presidencia, sin embargo todo éstos cambios no cambiaron nada.
Peña logró firmar un pacto para reformar todo, la educación, el fisco, la energía solamente para seguir con la línea trazada.
En educación tratan de matar o aunque sea someter al sindicato. Esfuerzo innecesario porque el sindicato le responde al gobierno.
El fisco se comporta como terrorista con el causante menor porque a los mayores les devuelve dinero aunque oculta la información.
La energía sigue el rumbo privatizador y finalmente han entregado el petróleo. Los grandes beneficiarios son los políticos ligados a corporaciones internacionales.
Lo que cambió desmesuradamente es la corrupción. La tajada del 10% se convirtió en 30. Y se descubre desde Brasil que el ex director de PEMEX recibió 10 millones de dólares.
Están asolando con el país. Los neoliberales son depredadores interesados en sus bolsillos y no se tocan el corazón para hundir a las mayorías. Han logrado que el 60% de la población viva bajo la línea de pobreza. Ahora van por la seguridad social porque según ellos es muy cara.
Y ahora el PRI logró su gran reforma para que el poder no se vaya del presidente. Mucha alharaca para reformar todo y que no cambie nada en el país de la desigualdad.