Última Instancia
Este 2018 va a ser el momento del “quiebre histórico” al cual me he referido en mi libro que se titula igual que esta Columna. Realmente, lo que decidamos los mexicanos el 1º de julio del año que entra va a marcar nuestras vidas, sobre todo las de los famosos “millennials”, es decir, los primeros que llegan a la mayoría de edad en el Siglo XXI, que votarán por primera vez en estos comicios.
Tenemos en estas elecciones dos grandes disyuntivas, los mexicanos que desean votar en favor de López Obrador o los que desean votar en contra. En esta última categoría se encuentra el gran dilema a despejar, por la simple y sencilla razón de que hay múltiples opciones. Yo las clasifico en tres grandes bloques:
Primer Bloque:
La Alianza Ciudadana por México, integrada por el Partido Acción Nacional, que es la parte fuerte de esta alianza, por el Partido de la Revolución Democrática y por el partido llamado Movimiento Ciudadano.
El problema en que se encuentra sumergido esta futura coalición es ¿quién va a ser el abanderado de la misma? A mi forma de ver, todo indica que será Ricardo Anaya Cortés, el Presidente del PAN, ya que tiene el control total de dicho partido y sin el PAN la Alianza se tornaría no-competitiva.
Hay mucha especulación sobre el hecho de que recientemente Anaya le declaró al PRI-Gobierno la guerra abierta, debido a algún tipo de arreglo incumplido realizado con el PRI para las elecciones del Edoméx y de Coahuila. Como resultado de este rompimiento, se han venido dando ataques duros en contra de Anaya por los medios nacionales, y se dice que han sido orquestados por el PRI-Gobierno, aduciendo actos de corrupción y de deslealtad de Anaya. Por ello se ha venido especulando de que es posible que la Alianza no lo deseé, sino que se está buscando un sustituto, como el Gobernador de mi Estado de Chihuahua, Javier Corral, quien tienen una gran ascendencia en la izquierda, está persiguiendo ferozmente la corrupción de los priistas y tiene buena fama nacional de entrón y valiente en la política.
Segundo Bloque:
Integrado por el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Verde Ecologista y Nueva Alianza (aunque este último partido le ha estado coqueteando a la Alianza del PAN, junto con el Partido Encuentro Social).
Las mayores fortalezas del PRI son, en primer lugar, que tienen el poder del gobierno federal y de muchos estados, así como el de la chequera abierta y la falta de escrúpulos para su utilización, y cuentan con personas incondicionales regadas en muchas instituciones clave como el INE, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y claro está con la PGR descabezada y con una FEPADE sin titular.
Además de la anterior, cuentan con la estructura territorial partidista más poderosa del país, que opera tanto campañas como procesos electorales.
La mayor debilidad del PRI es el grandísimo desprestigio de la Presidencia de la República y el odio generalizado de la población hacia sus gobiernos, sus políticos y su significado, principalmente en relación con la corrupción.
En este bloque, el puntero en las preferencias hacia dentro y fuera del PRI, es el Secretario de Gobernación Osorio Chong, aunque parece ser que las preferencias personales del Presidente Peña Nieto van por el Secretario de Educación Nuño, quien es su amigo íntimo. Pero, parece ser que las conveniencias electorales le indican a los líderes del PRI que su abanderado sea el Secretario de Hacienda Meade, apostando a que pueda atraer el voto de los panistas resentidos con la salida de Margarita Zavala y de los ciudadanos anti AMLO que aún no están decididos, ya que Meade da el perfil de hombre serio, no-priista y que ha participado en el gabinete del Presidente Calderón.
Tercer Bloque:
Se puede considerar que los independientes pudieran conformar un bloque si uno de ellos fuera el único que obtuviera el registro, después de obtener las firmas de apoyo que marca la ley, y se unieran en torno de dicha persona. Parece ser que la única que lo pudiera lograr es Margarita Zavala, pero está por verse si personajes como El Bronco le apuestan a eso.
El Dilema:
Hasta ahorita las encuestas muestran a AMLO con clara y cómoda ventaja ante tanta dispersión del voto de sus opositores. Así que lo que yo predigo que pueda pasar es que, arrancadas las campañas y decantadas las preferencias, la oposición pueda unirse en torno del que vaya más adelantado, para generar el voto útil que derrote a AMLO; de no suceder esto ganará.
Por último no hay que descartar que el PRI se vaya a las añejas prácticas del fraude, como ya lo hizo en Edomex y Coahuila.