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Rompimiento con la “Mafia del Poder”

Última Instancia

No cabe duda de que una de las grandes virtudes de Andrés Manuel López Obrador ha sido la de levantar esperanza en la población (cuando era Jefe de Gobierno del D.F. le decían “el rayito de la esperanza”), haciéndola creer que como héroe vengador bajará del cielo a hacer justicia y liberar a los pobres y oprimidos de la “Mafia del Poder”.

Normalmente los entusiasmos levantados por esta clase de liderazgos, también conocidos como “mesiánicos”, ya que emulan al Mesías que baja del cielo a liberar a los débiles de las fauces de los poderosos, tienen que ver con los impactos que causan nuestra triste realidad, como lo es la pobreza, la desigualdad, la injusticia, la inseguridad, que son resultado de la corrupción, del abuso de poder, de los monopolios, de la ilegalidad.

Esta situación se ocasiona principalmente de las personas que tradicionalmente han visto al gobierno como el vehículo de oportunidad para explotar los bienes públicos a fin de enriquecerse, en lugar de visualizarlo como para lo que fue hecho: generar Bien Común.

Es por ello, que el mensaje sencillo y contundente de AMLO en combatir la “Mafia del Poder”, es decisivo, claro y preciso. Sin embargo, tenemos que evitar el caer en los espejismos de los falsos mesías y de los populistas que toman cosas de la realidad para aprovecharse políticamente y establecer regímenes autoritarios.

Pero ¿qué debemos hacer para cambiar estas lacras que se pretenden combatir? ¿Acaso debemos de simplemente no hacerles caso a estos líderes mesiánicos y dejar que las cosas continúen igual, siguiendo el viejo dicho mexicano de que “más vale malo por conocido que bueno por conocer?

Debemos de tomar clara conciencia que México no se puede dar el lujo de seguir igual, y si únicamente votamos en contra de López Obrador no vamos a corregir nada, y nos vamos a continuar hundiendo más con los malos gobiernos que nos han venido recetando, tanto los partidos políticos como los llamados “independientes”, que en su inmensa mayoría han resultado como integrantes disfrazados de la “Mafia del Poder”.

Mi propuesta es que lo que debemos de hacer en México es tomar conciencia que los ciudadanos no podemos divorciarnos de la política, debemos de comprender de que la política tiene el noble fin de generar el Bien Común, que representa las condiciones para que nosotros nos podamos desarrollar como seres humanos, con las condiciones necesarias para poder realizar nuestros anhelos en la vida, teniendo seguridad, justicia y orden institucional, servicios públicos, como agua y drenaje, luz, gas, calles, carreteras, medios de comunicación electrónicos, infraestructura urbana, educación y salud, esparcimiento y cultura y espacios para profesar la religión que queramos, elementos esenciales para que podamos vivir felices.

Es el momento de tomar conciencia, hagámoslo aquí y ahora, como decían los romanos, de que no se trata de votar en contra de alguien y seguir igual, con tendencias a empeorar, sino de impulsar a los mejores hombres y mujeres que tienen dones de liderazgo y estén preparados para impulsar el Bien Común en todos los niveles.

No basta que mediáticamente los partidos políticos digan que se van a abrir a la sociedad civil sin que ni siquiera se abren a su militancia, que está ansiosa de participar y aportar a la sociedad, topándose con las mafias internas que, en su mayoría, únicamente desean enriquecerse y mantenerse en el poder para ello.

Debemos hacer un llamado a la sociedad civil organizada y a los ciudadanos en lo individual, a que den un paso al frente para participar en la conformación de los poderes ejecutivos y legislativos que en gran parte se renovarán este 1º de julio de 2018, y si nos topamos con la cerrazón de los partidos, presionar haciendo política para que se oigan los millones de voces ciudadanas de los militantes de los partidos políticos y de las personas que no tienen partido, que deseen participar y entren en procesos de selección interna para ocupar candidaturas a puestos de elección popular.

Solamente haciendo política se obtiene el Bien Común, dándole la espalda, lo único que lograremos es seguir manteniendo las camarillas cerradas de poder o un gobierno mesiánico dictatorial. No hay de otra.

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