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Simulación

El gobierno de Peña Nieto se presenta como el mayor promotor de la transparencia. Se formulan leyes, se lanzan iniciativas, se engrosa la burocracia que se encargará que se cumplan las leyes que obligan a los burócratas a ser transparentes, mientras se oculta la información con relevancia política.

La remoción del fiscal que persigue delitos electorales levantó muchas sospechas porque se nos dijo que investigaba el cochupo de 10 millones de dólares que le entregaron a Lozoya, los que al parecer una parte fue a dar a la campaña de Peña.

La oposición en el senado vociferó, amagó con paralizar decisiones, hasta que se dieran explicaciones claras, y como por arte de magia se operó el mecanismo de silencio del gobierno. Se filtró que al fiscal le pasarían la cuenta por algún pecado del pasado, el fiscal dobló la cerviz, y el PRI en el senado aplicó sus mecanismos de control para imponer silencio.

Nadie debe reclamar sorpresa. El gobierno es un mago a la hora de utilizar recursos legales para ocultar la ilegalidad. Ellos se quedan felices de la vida porque una infamia más quedo impune, y nosotros seguimos aletargados ante tanta infamia impune.

Parecería que estamos apendejados. Así la historia se repite y la fórmula también. Los perros abren los ojos a los 15 días, los pendejos nunca.

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