Corre el rumor en el senado que existe una iniciativa de reforma al artículo 27 constitucional para quitarle toda potestad al Estado sobre los recursos naturales. Con eso podrán entregar minerales, gas, petróleo y agua sin mayor obstáculo.
En la Asamblea Legislativa del DF camina una iniciativa que permitirá privatizar el consumo del agua. Así los grandes desarrolladores inmobiliarios podrán seguir depredando al ambiente y creando conjuntos habitacionales sin fijarse en los desequilibrios.
Y esto es lo que le falta a los neoliberales. Poder meterle la mano al agua para privatizarla. No solamente le entregarán el manejo del agua a empresas privadas como ya hicieron en León y Quintana Roo, donde han creado verdaderas crisis económicas para los usuarios, sino que ahora quieren entregar el agua del subsuelo para que las empresas puedan fracturar con libertad y sacar gas y petróleo. Las consecuencias ambientales y de sustentabilidad ambiental pasarán al lugar más bajo de las preocupaciones del gobierno, porque serán responsabilidad de las empresas.
Agua hay en el país, aunque está mal distribuida, pero con el espíritu de arrasamiento que caracteriza a los empresarios, terminaran por apoderarse de los recursos existentes y despojar a los que menos tienen para que tengan menos todavía.
Ya le entregaron los minerales a los canadienses, el petróleo y el gas a los ex funcionarios aliados a las oligarquías nacionales y extranjeras, y solo falta el agua para redondear el saqueo.