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Ha ganado el Brexit, hay que reforzar la Unión Europea

Ahora que Boris Johnson y el Partido Conservador han obtenido una victoria aplastante en las elecciones británicas, ahora que el final del Brexit está muy cerca, con unos perjuicios incalculables para todos, los europeos convencidos deberán tomar medidas para reforzar las instituciones continentales y, paralelamente, para exigirles más presencia, más eficiencia y mayor implantación en el día a día de la ciudadanía de la Unión.

Europa, más concretamente el territorio de la Unión Europea, es la región más habitable del planeta Tierra, y con diferencia. Esto lo han constatado todos y cada uno de los que han viajado a cualquier otro continente en las últimas décadas. Desde la seguridad en la cobertura social, desde la cultura al marco de libertades individuales, Europa permite –pese a todos los problemas que arrastra, que no son pocos- una calidad de vida a sus ciudadanos inigualable en parte alguna. Desgraciadamente, como ha quedado patente en las últimas elecciones británicas –más allá de los resultados tanto de Escocia como de Irlanda del Norte- la idea de la unidad europea no es tan hegemónica como nos convendría.

Esa unidad es necesaria, imprescindible, y no sólo para sus ciudadanos. Se ha hecho evidente en la Cumbre del Clima que se ha celebrado en Madrid, a pesar de los desacuerdos profundos sobre la obligación de endurecer los recortes de emisiones. Lo será para negociar con Londres las condiciones de abandono de la UE. Pero, más allá de asuntos concretos, por relevantes que sean, que sin duda lo son, la unidad de los europeos es imprescindible para evitar que los gigantes que se disputan el control del planeta -los Estados Unidos, Rusia, China y, en menor medida, India- nos lleven al desastre total.

A pesar de las fuertes tensiones endógenas, a pesar de los enemigos internos y los externos, que se frotan las manos cada vez que la Unión Europea da síntomas de debilidad, los europeos estamos obligados a entendernos y no sólo por razones culturales o por razones económicas. Europa, asolada por dos guerras totales durante el siglo XX, con una larga historia de enfrentamientos brutales entre los territorios que la conforman, es aun así la región del mundo en la que se han alcanzado los más elevados niveles de libertad individual; aquella en la que la capacidad redistributiva de la riqueza por parte del Estado es más elevada; aquella en la que se han establecido las más altas cotas de protección social; aquella en la que se han alcanzado los más elevados niveles de seguridad personal; aquella en la que el Estado más y mejor se ha emancipado del confesionalismo religioso.

La Unión Europea es, sin la menor duda, el marco jurídico y legal más adecuado, más operativo para resolver problemas internos de los diversos estados nacionales o plurinacionales, como es el caso de España. Desde Europa es más tangible una comprensión más objetiva de los problemas internos de cada país en la medida que aquellas instancias o instituciones que los han de resolver no están lastradas por las interferencias, los rozamientos, la cerrazón o la mala voluntad de los directamente afectados por ellos.

Gran Bretaña se marchará pronto; abandona la Unión Europea. Habrá que terminar de negociar esa salida y parece que con la nueva composición del Parlamento de las islas será más fácil llegar a acuerdos bilaterales, pero será necesario que la Unión tenga una única voz. También habrá que observar con atención qué pasará particularmente con Escocia, así como con Irlanda del Norte, que han votado en un sentido diferente al de los impulsores del Brexit.

Además, de lo que ha ocurrido con Gran Bretaña, debemos ser conscientes de que dentro de la Unión Europea quedan muchos enemigos que querrían acabar con ella; particularmente la extrema derecha populista, xenófoba y racista. Como también debemos ser conocedores que intereses poderosos, desde Washington a Moscú, harán todo lo que esté en su mano para fortalecerlos. Hay, por tanto, no sólo que no bajar la guardia sino, al contrario, fortalecer Europa, unir Europa, construir más Europa.

Es un momento difícil, sin duda, pero también es cierto que en los tiempos complejos es cuando hay que demostrar fortaleza. Europa presenta un importante déficit de liderazgos, especialmente si recordamos los que tuvo en épocas anteriores. Pero es en ocasiones como la actual cuando los ciudadanos deben hacerse cargo de su responsabilidad y deben saber trasladar a los diversos responsables políticos que no nos queda otra opción que Europa, Europa y más Europa. Ahora cuando la Unión ha sufrido el golpe del Brexit, es cuando, precisamente, debe reforzarse. Nos estamos jugando mucho.

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