Divagaciones de la Manzana
El Coronavirus es sin duda el término que más se repite ya ha permeado en estos días de marzo.
Nadie parece haberse escapado de su influjo, lo mismo en pláticas, comentarios o informes, dentro y fuera de nuestras fronteras.
Se han multiplicado sí, las consejas, las advertencias o los miedos, a la vez que las expectativas e incertidumbre en nuestras vidas.
Mucho se ha hablado en verdad de la enfermedad, pero hasta ahora en México muy poco que hemos escuchado en materia de propuestas para solidarizarnos y ayudar a otros con menos posibilidades de solventar sus graves efectos en la economía personal y familiar o social.
Por eso, celebro y tenemos que reconocer la iniciativa que por excepción ha tomado y dado a conocer una mujer, y me refiero justamente a Claudia Pavlovich, Gobernadora de Sonora, la única que actualmente rige los destinos de una entidad federativa en nuestro país.
Así, anunció hace apenas unos días, entre otras, una serie de medidas sobre todo en apoyo a los más pobres, pero también en materia fiscal que eximen o posponen pagos, en tanto que este mal avanza amenazadoramente para la salud pública.
Qué bueno que por fin se aporten soluciones más allá del ámbito médico, que en Sonora, se adelantan al propio Gobierno Federal para responder a la ciudadanía en momentos de crisis, especialmente en el caso de aquellos que tienen la ineludible necesidad de trabajar sin pausa día a día para conseguir el sustento cotidiano.
Queda entonces no sólo como un testimonio solidario e imaginativo para hacerle frente al Coronavirus, con una visión integral, sino la sensibilidad y sentido
humanitario de las mujeres en nuestra sociedad, además de que se sienta un precedente ante los demás gobiernos locales para que respondan en sus comunidades ante las inmensas penalidades de muchos.
En fin, la salud pública como prioridad, pero no menos la economía y el bienestar social.