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El circulo cuadrado

Puro cuento No supe cómo llegué pero ya estaba ahí. Metí las manos a la bolsa y encontré un papelito con un teléfono apuntado. Teléfono que no reconocí aunque me esforcé en hacerlo. Vi alrededor y todo parecía tan extraño y distante que me confundí por la familiaridad que sentía en un lugar ajeno. Seguí caminando pero no sentía que avanzara gran cosa. Por lo que opté por voltear y a lo lejos vi a una persona caminando hacia mi dirección. Sin embargo la persona estaba demasiado distante para siquiera distinguir si era hombre o mujer. Le hice señas con mis brazos pero sin señal de respuesta. Me pregunté: “¿...a dónde voy?” Cuando suena la alarma y desperté como espantado. Me fui directo a la cocina a prepararme un café y comer algo. Quería encontrar una lógica a mi sueño y no pude, aun después de la cafeína. Frustrado, me acerqué a la ventana en un intento de encontrar una perspectiva con el hecho de mirar a lo lejos pero sin éxito. Quizá encuentre la respuesta esta noche, pensé. Quise olvidarme del sueño pero lo soñado no me dejaba. Me intrigaba los números del teléfono que no lograba recordar con claridad. “...me voy a fijar mejor a la noche “ seguía pensando. En eso oigo: “...Ari ....Ari !!” Era el jefe durante la junta de todos los lunes .” ¿.....tiene los planos listos y terminados?.. “....me pregunta. “...por supuesto Sr García....el proyecto ya está terminado señor “..que por cierto era verdad. “....bien... continuemos”...dijo García desviando su atención hacia el resto de los que atendieron. Era un proyecto multinacional arquitectónico de varios edificios interconectados entre sí en el centro de lo que era la ciudad, y que también incluía una central de estación de tren subterráneo. En ese tiempo yo vivía solo en un amplio condominio en el décimo piso del edificio. Nunca me gustó vivir ahí pero quedaba cerca de la firma de arquitectos para la cual trabajaba. Y por lo que se planeaba, se veía que iba a tardar varios años antes de considerar otra cosa. Llegué tarde y cansado. Me senté en el sillón de la sala y prendí la televisión para oír las noticias o para distraerme, ya no supe. Después de cenar lo que la ama de llaves había hecho, regresé a la distracción. Poco después me fui acostar y sin sorpresas durante la noche. Hasta la mañana siguiente, que tocan el timbre con insistencia y al abrir mi madre dice”.....hola querido hermoso” haciendo una pausa para darme un beso. Continuando “.....bueno...no me voy a quedar mucho eh....nada más para decirte que tu padre está en el hospital “ “....y ¿porqué no me hablaste?” dije como protestando. “.....yo se que entre ustedes como que no se hablan muy bien desde que rehusaste trabajar en su firma....y pues....no supe que hacer “ terminó acariciando su pequeño perro que cargaba. “....bueno me voy....que tengo cita con el peinador y ya voy tarde....ciao!!”...lanzándome un beso en el aire. Perfecta forma de estropearme el fin de semana ....ya teniendo mi parte del proyecto terminado, pensé. Llegué a terapia intensiva donde se encontraba mi padre con ventilador y sedado, de manera que imposible de hablar con el. Por lo que me fui a la sala de espera donde me encontré al abogado de la firma y un acompañante. “...Hola Ari !”..dijo con cortesía. Y sin pausa agregó “....¿y tú madre ?” Por la cara que hice ya no insistió. Me regresé otra vez tarde y cansado pero por razones diferentes. Mi padre estaba a punto de morir y no podía evitar el pensar de mi vida con el y lo que parecía mi madre. Nunca lo conocí en forma familiar o íntima. De hecho me sentía un extraño o como conocido de algún lado cuando hablaba con el. Mi madre tenía razón, nuestra relación no era la mejor pero reconozco que tampoco la peor. A él le interesaba el dinero y a mi pues, otras cosas diferentes. Esa noche no pude conciliar el sueño nada más pensando en lo inevitable. Pensamientos que llegaron a su fin, cuando me avisaron de su final. ** El funeral fue del todo ecléctico y todo mundo habló o tuvo algo que decir de él, sin embargo nada de lo que dijeron fue compatible con lo que yo sabía. Absolutamente todos los que atendieron me saludaron de mano y con el obligado abrazo a medias. Mi madre de negro si, pero riéndose con sus amigas al fondo. No solo me sentía solo en medio de un mundo surrealista sino nostálgico al acordarme de mi difunta esposa que había muerto en un accidente automovilístico 2 años atrás. Nunca tuvimos niños por un problema de esterilidad de ella, y siempre rechazando la adopción. Y ahí fue por esa época que deje de ir a la sinagoga cuando Dios dejó de ser relevante en mi vida. *** “....tómese el tiempo que quiera Ari...yo sé lo que es eso”. Dijo García. No sé, pero por alguna razón me sentí con humildad al oírlo. Sobra decir que mi vida cambió súbitamente aunque yo no lo hubiera deseado. Sin embargo el sueño de los números quedó como un punto fijo en el universo que pedía ser interpretado. La conmoción emocional y de nostalgia había creado una pausa en el sueño sobre lo mismo. Paradójicamente la muerte de mi padre me dio un suspiro pero solo momentáneamente. Pocas semanas después del entierro, cuando las llamadas se apagaron, tanto de los dolosos como las de mi madre y abogados, todo empezó otra vez. El ciclo siempre era el mismo, donde yo despertaba al instante de ver a la persona detrás de mi y sentirme confundido. Y ya con un despertar dentro de una especie de pesadilla al no poder recordar con claridad los números intrigantes en el papel fantasmal. Me sentía cansado y distraído. Visité varios doctores pero sin resolución alguna dado que las medicinas me suprimían el soñar. Como quiera que sea ya era muy tarde para eso, dado que ya estaba obsesionado con saber la respuesta de lo que me atormentaba. **** “Ari.....por favor ya cálmate....considera que te han pasado muchas cosas estos dos últimos años....sin contar tu participación en el proyecto del centro..” dijo mi amigo Ahmed empaticaticamente mientras nos tomábamos un café en el lugar de moda. Ya era invierno y se veía que empezaba. Lo que hacía que la conversación, la compañía y el lugar fuera con más intimidad. “.....voltea Ari.....respóndeme” insistía Ahmed. Pero lo que me hizo voltear fue la mesera que dijo: “¿....quieren más café?” a lo que dije no por el secreto de quererme ir a dormir después y otra vez. “Mira .....vete de vacaciones....salte de la ciudad.....distraerte te va a cambiar de pensar de esa manera “ pero yo ya no lo estaba escuchando, solo miraba hacia afuera como caía la nieve y a la gente tratando de evitar lo helado del viento. De regreso caminando a media cuadra de donde vivía, me paré a comprar el periódico. Al tomarlo y al mismo tiempo pagando, leí : “Se avecina onda calurosa para mañana” Por lo que el que me regresó la feria dijo: “¿....raro verdad..?!.... y es que el mundo no siempre es redondo” comentario extraño y ligero que me dejó pensando. ***** Ahmed me había dado los datos de una vidente que hacía limpias hasta por teléfono. Cosa que era una ridiculez de entrada. Pero ya estando en mi cama, pensé como dijo él “...no tienes nada que perder” Marqué el número indicado y después de varias grabaciones que daban opciones, opté por … si se trata de otra cosa por favor marque cero” La persona que contestó con voz de mujer grande y tosiendo dice: “.....primero dígame el número de su tarjeta de crédito “ comentario que me regresó a la realidad inmediata. Como titubee, la señora agrega “.¿...que es lo que le atormenta?” En eso empecé a llorar como niño. La señora, vidente o lo que haya sido dejó a que las lágrimas pasaran. Y con otra voz dijo “¿.....a ver que pasa?” Por lo que me desahogue totalmente y sin reserva. La adivinadora al terminar me dijo “....le voy a mandar un líquido para que ponga dos gotas en medio vaso de agua todas las noches hasta que se lo acabe ...y después me habla a ver que pasó .....por lo pronto dígame su dirección y su tarjeta de crédito por favor “ ****** La pócima llegó al día siguiente pero no la ola de calor, sino todo lo contrario. Siguió nevando hasta que la ciudad se paralizó. Como seguía sin dormir, descolgué el teléfono no sin antes decirle a mi madre que iba a estar en juntas toda la tarde por lo del proyecto. Me tomé el líquido como me lo indicó la vidente y me acosté. Me quedé dormido y el sueño no se hizo esperar. Todas las imágenes secuenciales transcurrieron de la misma forma de siempre. Inclusive despertando con el mismo final, y básicamente a la misma hora, a media noche. Sin embargo esta vez hubo una diferencia, y era que desperté descansado. Raro, pensé. Me asomé por la ventana y no había tráfico ni gente. De hecho se podía literalmente ver el silencio en las calles y las plumas de nieve cayendo lentamente. Como el mundo se había parado, decidí volverme a acostar pero tuve que tomar otra dosis del gotero para poder quedarme dormido. Esta vez no soñé nada. Me desperté temprano, abrí las cortinas, me estiré bostezando enfrente de la ventana viendo como salía el sol y me dieron ganas de un café. Después de ir al baño y lavarme las manos, fui a la cocina a preparar la cafetera. En eso meto la mano al bolsillo de la pijama y sentí un pedazo de papel en mis dedos. Al sacarlo noté un número de teléfono anotado, lo que hizo que soltara la taza vacía que sostenía con la otra mano. No sabía que pensar. Atolondrado colgué el teléfono para que se reconectara pero nada más sonaba ocupado. Me puse el abrigo arriba de las pijamas y salí sin encontrar a nadie mientras bajaba o afuera. Me regresé y cerré la puerta con todos los seguros como reflejo de mi ansiedad. Para entonces la cafetera haciendo para lo que se le programa hacer, había ensuciado todo el piso de la cocina. Por lo que me dirigí a limpiar el piso y recoger los pedazos de la taza. Tardé por lo grasoso del líquido, cosa que de alguna manera me calmó al distraer mi atención. En eso suena repentinamente el teléfono, y al contestar nada más hubo silencio. Lo colgué y descolgué inmediatamente y noté que tenía línea. Por lo que le marqué primero a Ahmed y nadie contestó. Lo mismo con mi madre, el Sr García y el abogado de la familia. Después empecé a pensar que quizá había dormido de más, por lo que tomé el periódico para ver la fecha . Pero la fecha estaba medio borrada por el agua nieve que le había caído cuando lo compré. Desesperado tomé el pedazo de papel y marqué el número escrito. Sonó varias veces y al fin contesta una voz de mujer que dice “¿...hola?” Lo que hace que le cuelgue inmediatamente al reconocer la voz de Elena. Llorando me fui al baño a vomitar del miedo y la confusión. Volví a checar el pequeño frasco con el gotero y estaba completamente vacío. “¿....habré muerto?” pensé. En eso oigo que tocan la puerta . Y sin abrir grité detrás de ella: “¿...quién es !!.....qué se le ofrece?!!!” Y en el silencio total volvieron a tocar, ahora con más ahínco. Me asomé por el lente y no veía a nadie. Otro silencio y de nuevo los toquidos hasta que abrí y me quedé pasmado por lo que vi. Era mi padre que reclamaba porque no abría. ******* Después sentí que me movía en el aire y oyendo gritos a lo lejos. “.......despierta Ari......despierta!!” dijo Ahmed al mismo tiempo sacudiéndome vigorosamente. Desperté bañado en sudor y con lágrimas en los ojos abracé a Ahmed como si me hubiera salvado la vida. Al poco tiempo después, regresé a trabajar y eventualmente a la sinagoga. Me casé de nuevo y esperamos una hija que es como si hubiera crecido una flor en mi corazón. Siendo lo único que no puedo olvidar del todo.......el número de teléfono de Elena al que tengo temor de marcar de nuevo. Ohr

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