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Cuauhtémoc Blanco: presidente y México campeón en 2026

Diego Martín Velázquez Caballero

Por supuesto que Blanco es mejor que Hugo Sánchez, Chicharito y varios jugadores más; en cuanto a futbol se refiere. ¿Qué tal podría resultar como presidente de la república?

Hace algunos días se desató la polémica en el futbol mexicano respecto al pésimo desempeño que tiene la selección nacional, así como la cada vez más evidente corrupción traducida en incompetencia plena.

El exjugador americanista -y de otros equipos-, ahora gobernador del Estado de Morelos, ha sido considerado como perfil para involucrarse en cargos directivos de la FEMEXFUT o asumir la dirigencia técnica de la propia selección futbolística. La influencia temática de la cuestión permite apreciar en qué nivel está la política y el deporte.

La gobernabilidad en Morelos no supera la media mexicana, aunque también parece interesante sopesar las posibilidades de que Blanco rescate de su fatal condición al futbol nacional. Después de todo, uno de los peores gobernadores de México: Enrique Peña Nieto, es admirado como Vaclav Havel por el PRIANRD.

¿Debería la política y el futbol vincularse?, ¿El futbol podría constituirse como un populismo que reconcilie la polarización social e irresoluble que vive México?

No sorprende que el futbol como deporte masivo constituye el analgésico para atenuar las problemáticas del país; al contrario, más grave parece la ambición de la clase política que olvida las cuestiones mundanas y, aún en el mejor ánimo outsider de los partidos, las oligarquías partidistas siempre le tienen miedo a la competencia auténtica.

Algunos consideran que el futbol constituye la religión más hermosa. Puede ser. El mundial que se avecina en la región de América del Norte incluso se configura como la oportunidad para que Cuauhtémoc Blanco configure una campaña presidencial axial en el campeonato de futbol para México.

Un candidato presidencial sincronizado con el deporte más popular de México puede cambiar la dinámica de la sucesión del poder. ¿Qué prefiere Estados Unidos? ¿Un Ávila Camacho resignado a un desarrollismo en base a la maquila norteamericana? ¿Qué tal un candidato que contribuya a dinamizar en la región el poder económico del principal deporte masivo global?

Ojalá que Blanco procure mejorar la gobernabilidad y calidad de la democracia en Morelos, y que sea tomado en cuenta para conducir los destinos del futbol nacional.

¿Por qué será que ningún político con aspiraciones presidenciales toma como centro de su propuesta nacional la copa del mundo para México? ¿Cuántos votos podría alcanzar Cuauhtémoc Blanco si se propone romper la maldición del quinto partido en los mundiales para México? ¿Está fuera del poder político lo que ocurre con el futbol nacional?

La política está polarizada, pero el futbol es un incendio. Blanco es uno de los mejores jugadores que ha tenido este país y puede aportar mucho a la selección nacional de futbol que, lamentablemente, cada vez es más ratonera. Ahí el deporte más popular copia los pasos de la política nacional.

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