Samuel Schmidt
Un buen escritor y pésimo político se atrevió a definir a México como una dictadura perfecta y debido a que es una celebridad el concepto se utilizó hasta la saciedad inclusive por académicos. Décadas de trabajo académico para caracterizar al sistema político mexicano fueron desplazadas por una ocurrencia.
En plena campaña electoral para sustituir al presidente de la república, un político que está escondido en Estados Unidos fugado de la justicia, acusa al presidente López Obrador de llevar al país a una dictadura, esto cabe en el ataque de la derecha que acusa al presidente de dictador. El primer rasgo de una dictadura es la permanencia en el poder de una persona o grupo, sea por elección, por evitar llamar a elecciones o por la fuerza. En una dictadura se impone una visión unívoca, no se permite la disidencia y se anulan las libertades; usualmente pero no exclusivamente se basa en militares. En el caso palestino que hoy está en el centro del debate, sus dirigentes evitan llamar a elecciones, no hay libertades, se sostienen con apoyo militar, lo que puede configurar una dictadura.
El grupo terrorista Hamas le declaró la guerra a Israel y debido a que usa a los humanos como escudos humanos ha habido un elevado número de víctimas civiles; las cifras del gobierno de Hamas son imprecisas y no están corroboradas, no distinguen entre militares y población civil y hay muestras de alteración de los datos, pero el aparato de propaganda palestino reclama que hay un genocidio, tema que ha sido recuperado a la ligera desde tuiteros hasta el presidente de Brasil. El genocidio es la eliminación de un grupo étnico, religioso o nacional y ni por definición ni por cifras se configura ese hecho repudiable.
La crisis es un concepto muy manido para calificar situaciones difíciles, se le refiere cuando hay una devaluación, cuando hay un problema social complejo, en situaciones que se corrigen y ante fenómenos que los científicos sociales no saben explicar muy bien. Para la medicina una crisis se presenta cuando la evolución de la enfermedad puede llevar a la muerte, el traslado del concepto a otras áreas, en política por ejemplo, debería significar cuando la condición política puede llevar a la afectación extrema del sistema, por ejemplo las condiciones que llevan a deponer un gobierno, o a una revolución. Una protesta masiva, por grande que sea, no implica que haya una crisis.
Hay muchos caricaturistas que se regodean poniéndole esvásticas a personajes que detestan, y no es que usen la imagen según los hindúes para quien significa buena suerte, éxito, prosperidad, sino para calificar al personaje de nazi, los que se caracterizaron por cometer acciones atroces en contra de la humanidad. El uso y abuso peyorativo de la imagen trivializa el genocidio contra el pueblo judío y el ataque nazi contra la humanidad, pero va mucho más allá cuando se le pone a algún líder judío, lo que encuadrada en el esfuerzo de equiparar a las víctimas con sus victimarios, que en este caso es judeofobia pura y dura.
Con mucha ligereza se califica como fascista a cualquier político que nos desagrada. Con frecuencia leo menciones a Benjamín Netaniahu como fascista. Un político puede tener inclinaciones ideológicas que se acercan a ciertos componentes del fascismo, pero los politólogos han dedicado mucho esfuerzo para definir a ese sistema para entender las condiciones que marcaron la tragedia del siglo XX. Una definición rápida puede definir al fascismo como una forma de gobierno totalitario, antidemocrático, ultra nacionalista, que articula a las masas hacia el poder, usualmente tiene componente militarista y llega a exaltar a la patria como valor político superior. Algunos de estos componentes se encuentran en muchos sistemas políticos sin que necesariamente sean fascistas.
En una discusión sobre la guerra en Medio Oriente, alguien sostenía que Netaniahu es fascista y llegó al extremo de decir que el había inventado las atrocidades del 7 de octubre, el debate político llega al límite ante incongruencias de ese tipo.
Los conceptos sirven para definir cosas y situaciones y deben respetarse para que signifiquen lo mismo para todos. La definición de una enfermedad es igual para todos los médicos y por eso se tratar con protocolos aceptados. Para el psicoanálisis todas las palabras son importantes, porque su significado es central. Se escriben diccionarios para universalizar los significados de las palabras lo que ayuda al entendimiento entre la gente. Pero fuera de la buena voluntad del trabajo académico, hay distorsiones en el uso de las palabras derivado de intereses políticos e ideológicos y su generalización solamente les quita validez.
@shmil50
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