Xochitl Patricia Campos López
Las elecciones en el Estado de México hacían indispensable la unidad opositora para que PRIANRD convocara el Frente Político y de Asociaciones Civiles que, desde el núcleo metropolitano mayor del país, tuviera posibilidades de estructurar el proyecto neoliberal globalizador con insumos demócratas y progresistas que derrotara a MORENA en 2024. Si las posibilidades de triunfo para el Frente Coparmex estaban complicadas, tanto en la disputa presidencial como en la estatal, las diferencias entre los liderazgos partidistas para definir candidaturas en el Estado de México parece que terminará por dar al traste con las pretensiones de Claudio X. González y Gustavo de Hoyos.
Si bien es cierto que Acción Nacional adelantó la mano en forma indecorosa con la propuesta adelantada del exalcalde de Huixquilucan, el tiempo demostró que su perfil resultaba adecuado y Enrique Vargas tiene vocación para gobernar el Edomex después de una larga hegemonía atlacomulquense. Lo complicado del asunto radica en entender el curso de acción de la propia dirigencia del PAN que, como en la época de Ricardo Anaya, está hecha para ganar perdiendo, destronando a los personajes y militantes valiosos para disponer leales miembros de las familias custodias, es decir, vendiendo candidaturas como siempre. Hay larga data de esta conducta en el mismo Edomex, el PAN siempre echa a perder los candidatos fuertes para colocar bajos perfiles y vender la elección. ¿Pues no que ahora sí querían y debían ganar?
La inconformidad de PRD y PRI respecto al posicionamiento de Enrique Vargas y su experiencia como presidente municipal de Huixquilucan, constituían una diferencia mínima que podía solventarse con adecuadas negociaciones e inteligentes acuerdos frente al grupo Atlacomulco y el grupo Minezota. Un análisis demoscópico que ejecutaron el propio aspirante, CDE del PAN y diversos medios de comunicación, tuvo el efecto consolidar a Vargas como el mejor candidato de la coalición. Por eso lleva a dudas las declaraciones de Marko Cortés respecto de que es altamente probable que no se genere una alianza en el Edomex y otras entidades. Entonces ¿Quién vendió la elección y al candidato? ¿Quién está haciendo las concertacesiones con MORENA?
Acción Nacional ha regresado a su función sistémica cuando predominaba el Partido Oficial: esperar las escisiones del grupo en el poder y, pragmáticamente, salir a beneficiarse del río revuelto que genera la tromba de conflictos. El problema con esto es que se cancela la promesa del civilismo a la clase media y al sector capitalista del país, apostar por el conflicto de la clase gobernante es comparable con generar otro 1994 y actuar como sanguijuela de las circunstancias. Vicente Fox puede advertirles que el pragmatismo no paga tanto como parece.
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