Última llamada
La coalición opositora leyó mal varias señales:
1) Creyó que las granjas de bots que hacen ruido en las redes se traducen en votos, 2) Creyó que los resultados de la elección de 2021 marcaban un nuevo rumbo electoral, 3) No consideraron que para los resultados en la cámara de diputados (2021) intervino el INE que ayudó a reducir el número de plurinominales de MORENA, 4) evaluaron mal que para la elección en CDMX hubo fuego amigo que ayudó a la oposición, pero en la elección de gubernaturas MORENA creció, 5) Creyó que la manipulación de los medios tiene mayor impacto electoral del que realmente tiene en un país con lectura deficiente, 6) Menospreciaron el trabajo de tierra de MORENA, 7) Menospreciaron el impacto de dirigencias políticas desprestigiadas cuya corrupción fue mostrada justo al filo de la elección, 8) Menospreciaron el impacto de la campaña de los traidores a la patria.
El resultado de la impericia política de un empresario empeñado en destruir a López Obrador provocó un nuevo revés para una coalición que camina de derrota en derrota. No entendieron que una cosa es financiar una guerra sucia y otra poder ganar elecciones. El voto de los partidos de la coalición opositora va de caída. El PRI perdió el registro en varios Estados, el PRD está a punto de desaparecer, el voto del PAN por los suelos. MC se niega a unirse a la coalición aunque su cosecha de votos fue muy magra, alrededor del 3%.
El escenario del 2023 es una oposición debilitada y una coalición revigorizada sabiendo que crece su control político en el país, se abre así la posibilidad de que el PRI pierda los dos únicos bastiones que le quedan (Coahuila, EDOMEX) con fuerte peso electoral para el 2024, lo que tendrá un fuerte impacto psicológico en ambas partes.
Como en una carrera de bicicletas, MORENA llevará la casaca de vencedora en la etapa de 2024, mientras la coalición derechista entra muy atrás con muchos minutos de distancia.
Jugar a la retórica de que no haber ganado seis de seis es una derrota, es tan falso como sostener que no hay manera de que se vuelvan a juntar 30 millones de votos.
La narrativa de la necesidad de continuar la 4T y desmontar el sistema de privilegio y la corrupción seguirá siendo atractivo, mientras que ya es insostenible el discurso de la venezolanización o el peligro para México. La derecha carece de agenda política y propuesta de futuro, como lo postuló Cosío Villegas en 1974 (El sistema político mexicano).
Las encuestas hoy dan por triunfador a MORENA, mientras que las tensiones en la oposición (la corrupción de Alito como tema contencioso) los lleva a buscar desesperadamente una imagen que pueda derrotar la ausencia del trabajo de tierra.
Todo indica que MORENA se acerca al triunfo de nuevo. Pero como la política es todo menos algo exacto, ya veremos como las fichas se siguen alineando.
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