Impresión de viaje
- fermarcs779
- Jun 15
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Samuel Schmidt
Emprendimos el viaje a Machu Pichu con todo tipo de alertas sobre el esfuerzo sobre humano para ajustarnos a la altura y para subir. Seguramente era por mi edad.
Tomamos un medicamento para acelerar la respiración que debe tomarse un día antes de subir, a la subida y un día después. No terminamos de tomar la dosis no hizo falta.
Llegando a Cusco nos esperaban con té, con hojas de coca y hasta dulces de coca, que la verdad no saben bien, había té de coca en los hoteles.
De inmediato bajamos al Valle Sagrado para aclimatarnos mejor, está más bajo que Cusco (la ciudad porque todo el distrito así se llama) y Machu Pichu también está más abajo.
Un día paseamos viendo ciudades y finalmente nos lanzamos hacia una de las ocho maravillas del mundo. Conforme vas subiendo cambia el panorama, especialmente la majestuosidad de las montañas que lo rodean.
Me llamó la atención que los Incas le arrebataran tierra a la montaña, construyendo Terrazas para cultivar, realizaron grandes obras hidráulicas para regar sus tierras, tenían una buena observación de la naturaleza hasta para orientar las ciudades, sin embargo, no había restos de pintura en las construcciones aunque sabían teñir tejidos, y no hay evidencia de lenguaje escrito. Algún antropólogo o arqueólogo sabrá explicar este hecho.
En Cusco no se ve gente pobre, no hay limosneros, la región al parecer vive del turismo, la agricultura porque hasta el menor pedazo de tierra se ve trabajado, y la ganadería, por todos lados se venden piezas de alpaca joven y vieja y te alertan contra la “alpaca china”.
En Lima y para el sur si hay limosneros, muchos vestidos como Incas.
Encontramos en un par de ciudades la realización de programas sociales: caravanas de salud que incluyen médico, dentista y vacunación, así como el registro para recibir las ayudas monetarias. Por lo que vi, solamente solicitaban el DNI, que equivale al CURP. No obstante el apoyo social y que la economía peruana crece, la pobreza va en aumento. Tal vez tenga que ver que la presidente, que goza del 5% de aceptación, privatizó el agua y la electricidad y los precios aumentaron inmediatamente.
El glaciar que provee una buena parte del agua del CUSCO ha perdido una parte muy importante de hielo y se espera que en 10 años este seco.
En el Oasis de Huacachina se rellena el ojo de agua para evitar que se seque por completo, ya que la tabla de agua en la región se ha reducido sensiblemente.
Parece repetirse el hecho de propiciar actividades económicas y crecimiento urbano en zonas inapropiadas, sin tomar medidas contra los efectos ambientales, y creado el daño se le entrega a los empresarios para que se aprovechen de una situación que ayudaron a crear y ayudarán a agravar.
La gente muy amistosa, sostuve un diálogo en quechua gracias al guía, yo solamente dije que esperaba que estuviera bien, y me imagino que me respondió lo mismo porque lo hizo con una sonrisa.
Como en todas partes te alertan sobre peligros, inclusive nos dijeron que había una zona peligrosa en Barranco, un distrito pegado a la bella zona de Miraflores en Lima, justo donde nos habíamos perdido un momento antes.
Perú se parece mucho a México. Desde las tienditas en los pueblos, abarrotadas de mucha comida chatarra y refrescos que propician la diabetes, y algunas enrejadas, hasta los enormes contrastes. Desde que aterrizas y al lado del aeropuerto hay casas en malas condiciones, hasta los grandes edificios donde habita la elite y por supuesto los centros comerciales con tiendas de lujo.
Igual que en México se desprecia a los políticos. Se abrió la campaña presidencial, las bardas ya están pintadas y 41 partidos políticos están registrados para competir. En Cusco después de circular por una carretera llena de baches, nos decía el chofer, todos cuando vienen nos prometen que la van a pavimentar, pero no es cierto. ¿Le recuerda a alguien?
@shmil50
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