Intermarium. Hitler ganó la guerra

Diego Martín Velázquez Caballero

¿Cómo negar que el mundo se ha convertido en un espacio extraño para el desarrollo de la razón? O, quizá, siempre ha sido así. Walter Graziano desarrolló una obra para entender el imperialismo estadounidense como detonador de crisis económicas y colonialismo desde una perspectiva más que estrecha al nazismo. Al paso del tiempo esto se ha confirmado de diversas maneras.

Durante 2021, los profesores Patricia Campos, Samuel Schmidt y el que escribe logramos compartir con la sociedad mexicana las características del Proyecto Intermarium desarrollado en Polonia y su importancia para la Guerra Fría. La obra intitulada: “Nacionalismo Católico, geopolítica y anticomunismo. El impacto sobre México”, bajo el sello de Soriano Editores.

Nuestro sistema politico fue obligado a constituirse como un régimen moderado anticomunista donde el Partido Oficial y la Iglesia Católica estructuraron la clase política al servicio de los Estados Unidos.

El escándalo correspondiente a Canadá por la exhibición del nazismo encubierto, constituye una prueba más de la extensión del Intermarium en otros países, del rescate de nazis y la inclusión en el sistema político de los seguidores ariosóficos en forma de anticomunistas, liberales o proyanquies. Sobre todo, muestra la brevedad y corta eficacia de la memoria. Por ello, la amarga maestra Historia hace su aparición para que la humanidad tome conciencia de sus crímenes.

Yaroslav Hunka fue un nacionalista ucraniano nazi que se cobijó durante décadas en el anticomunismo norteamericano para luchar contra la URSS durante la Guerra Fría. Fue una persona cercana a Yaroslav Stetsko, líder del Intermarium, y próximo a las organizaciones extremistas ucranianas colaboradoras de Adolfo Hitler. El nacionalismo ucraniano se mantiene como entonces, al servicio del nazismo para acabar con Rusia; pero, ahora, el IV Reich se significa en la Unión Americana. A la implosión del polo soviético, la restauración de Europa Oriental le permitió desarrollar su activismo cono miembro de la Organización de Nacionalistas Ucranianos y el nuevo misionerismo de la Liga Mundial Anticomunista. Durante los útlimos años impulsó el liberalismo económico y la modernización de Ucrania; pero también el odio a Rusia que los antiguos nacionalistas eslavos, bálticos y del caucaso han conservado en forma arraigada.

Europa del Este es el territorio de la mayor indolencia occidental, el infierno verdadero en la tierra donde todos los rencores han podido confluir. Y el espacio de donde nadie ha aprendido nada.

Canadá y el mundo occidental ovacionaron a un experto nazi. La situación evidencia la trama de falsedades que hay en la guerra ruso ucraniana: el IV Reich continúa en su anhelo de persistir, la operación babarroja y cumplir el sueño de Alfred Rosenberg.

Jean Francois Ravel opinaba que el anti americanismo era la característica de la irresponsabilidad humana, pero ¿y el anti rusismo?

La forma en que el mundo ha recibido la notificación de lo ocurrido en Canadá es muestra del desconcierto que vive la democracia occidental, la cultura liberal le aplaude al nazismo y no pasa nada.

Sin embargo, la aparición del nazismo en Canadá no es coincidencia, todo fue parte de una estrategia geopolítica en donde la mayor parte de los países que comandaron el Bando de los Aliados terminaron por reclutar a los nazis y sumarse ciegamente a la Anti Komintern.

Lo ocurrido en Canadá pone al desnudo los intereses de la OTAN y el Imperio Yanqui. Sin embargo, también genera un enorme daño –quizá el más grande- a la democracia liberal capitalista. La historia y geopolítica del realismo, brindan los tragos más amargos. Occidente ha promovido el nazismo de la forma más abierta en la segunda mitad del Siglo XX y en los umbrales de la presente centuria están por finalizar las bases del Milenio Ariosófico que imaginó Mein Kampf.

La democracia y el capitalismo son la mascarada del IV Reich y parece que nadie puede detenerlos. México no se queda atrás en el soporte nazi que se ha constituido desde Norteamérica: el narcotráfico y la emigración son los carriles por los que se alimenta al imperio; pero, además, también hay una pléyade de politicos como los que llevaron al poder a Vicente Fox y ahora impulsan a Xóchitl Gálvez, que gustosamente alplaudirían también a personajes como Yaroslav Hunka.