Xochitl Patricia Campos López
Hace unos días fue sentenciado en Bolivia, otra vez, Gonzalo Sánchez de Lozada. El personaje fue central en la construcción de un documental y película: “Our Brand is Crisis”. La versión documental relata los esfuerzos y metodología que emplea una consultoría para posicionar a un candidato neoliberal que pretende ganar el voto de la sociedad boliviana; particularmente del grupo marginado con mayorías indígenas y mestizas.
En la versión cinematográfica el guión cambia poco, las estrategias de marketing se ven enriquecidas por las vicisitudes personales de la principal asesora que cambia de metodología según las necesidades detectadas en el desarrollo de la campaña electoral. Al final, los estrategas del marketing político consiguen su objetivo, Sánchez de Lozada alcanza la presidencia; aunque, desde el inicio se conduce como un gobierno neoextractivista neoliberal, con las consabidas consecuencias del proceso.
¿Cuál es la responsabilidad de la consultoría política en el Octubre Negro de Bolivia?
La visión instrumentalista de las personas y disciplinas se exculpa mediante la amoralidad racional; sin embargo, las externalidades están ahí y los muertos también. La consultoría política y el marketing electoral constituye una de las actividades más demandadas en las actividades prácticas de la ciencia política; los dilemas éticos y pecados capitales han sido demasiados, por eso vale la pena reflexionar un poco al respecto.
Como en Bolivia, en México, la ciencia política no sólo se entrometió en el diseño e implementación de campañas políticas; resultó axial en el evangelio de la transición política que se saturó de organismos autónomos, electoralismo y liberalismo. La derecha mexicana promovió la ciencia política como vendaval en el ámbito público y privado de la educación. Al final, los resultados de la época neoliberal, como en el caso del boliviano Gerardo Sánchez, se pueden significar en un prolongado octubre negro.
En la versión cómica de “Our Brand is Crisis”, Sandra Bullock pasa de apoyar y construir la campaña ganadora de Pedro Castillo (Gonzalo Sánchez) a militar en las marchas populares que defienden los recursos naturales en contra del neoextractivismo y el nuevo gobierno. El escenario advierte los eventos que culminaron en ajusticiamientos y la caída del presidente boliviano.
¿Cuál debe ser la dimensión ética de la ciencia política y el marketing electoral? En el 2006 en México se llegó a un punto de inflexión que dejó al país fracturado; el problema no se detuvo ahí, ha continuado, incluso, en los gobiernos de la cuarta transformación. La asesoría política en Latinoamérica ha seguido y mejorado los cánones de Greenberg Carville Shrum (GCS), también se han hecho cosas propias en tiempos de un pragmatismo que aleja los principios ideológicos, el análisis político y se concentra en la fantasía que detone el nuevo clientelismo electoral. El marketing incluso genera la desmovilización de los contingentes electorales y focaliza la política social como electorado cautivo. El marketing político, independientemente del gobierno, consigue transformarse en dogmático credo, como el neoliberalismo de ultraderecha, y también en autoritarismo de estado. Es fundamental reflexionar en la actividad de la consultoría política y sus consecuencias.
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