Xochitl Patricia Campos López
Rumbo al tercer debate, pareciera que las campañas electorales llegan al momento definitorio del proceso. A un mes de las elecciones, destacan dos elementos en toda la vorágine de variables políticas: Movimiento Ciudadano está acercándose a Xóchitl Gálvez y los déficits de la Cuarta Transformación comienzan a ser criticados más que severamente. La situación probablemente fue contemplada por el oficialismo puesto que, a pesar de todo, se percibe complicado que el PRIANRD alcance y rebase a MORENA; empero, a nivel local, se columbran algunas sorpresas.
Se especula respecto de la asistencia de la candidata morenista hacia el último encuentro dialógico entre los aspirantes presidenciables, o bien, si mantendrá la férrea estrategia de evadir a la Señora X. Claudia Sheinbaum enfrenta la tarea titánica de cargar los saldos del presente sexenio y, quizá, se corre mayor riesgo con intentos de reinvención que siguiendo el camino original.
Xóchitl Gálvez fue al debate con más decisión y afinó la puntería para resaltar los problemas del régimen. En realidad, puede decirse que no hubo un cambio de estrategia sino que el círculo rojo finalmente hizo hermenéutica con la Señora X por la enorme emotividad que reflejó; contrastando la percepción de una candidata morenista disciplinada y técnica. Pero el esfuerzo no es menor, Gálvez supero los señalamientos respecto de afirmarse como una candidata más priista que panista; ahora, representa el neoliberalismo conservador gerencial por completo.
Xóchitl Gálvez se ganó más el respeto de los panistas que de los morenistas, sacudió más a las derechas que a Claudia Sheinbaum, el esfuerzo que ha hecho la mujer originaria de la tierra del Huapango tuvo que convencer por partida doble a los hispanistas de la derecha. Xóchitl se ha ganado a pulso su feminidad política panista, a muchas militantes del conservadurismo blanquiazul les está demostrando que, para competir seriamente y, sobre todo, luchar por la presidencia de México, no es necesaria la belleza de Lilly Téllez, ni el linaje de Margarita Zavala, ni el yunquismo de Josefina Vázquez Mota, simplemente hay que ser Xóchitl, la panista liberal más mexicana de los últimos tiempos.
Es complicado afirmar que Xóchitl Gálvez alcance los parámetros electorales de Morena. Los morenistas de Claudia Sheinbaum parecen enfilarse a un triunfo electoral sin muchos conflictos, tienen la tarea de legitimar su triunfo frente a un escenario de gobierno dividido y yuxtapuesto. La camarilla política que se dice heredera del Lopezobradorismo, deberá acompañarse de todo tipo de políticos que se involucraron en Morena, probablemente es tiempo de institucionalizar el movimiento para formalizar una organización que delimite los campos del progresismo y neoliberalismo.
Xóchitl Gálvez buscará involucrarse con todo en el tercer debate, insiste en la imagen de unas elecciones altamente competitivas, no obstante que las encuestas y la necia realidad indiquen lo contrario. El mundo de las posibilidades es infinito y, como en el beisbol, esto no se acaba hasta que se acaba; aunque el partido está a un strike del final.
Comments