Xochitl Patricia Campos López
La ronda de muestras en la alianza pragmática polipartidista del PRIANRD ha comenzado y uno de los elementos que se ha convertido en preponderante de los candidatos presidenciales se representa por la afamada conductora televisiva Lilly Téllez. El protagonismo y un conservadurismo religioso a toda prueba son las características principales de la Senadora que se involucró en Morena y, posteriormente, rompió con el progresismo abortista de algunas feministas radicales que participaban en regeneración nacional. La salida del lopezobradorismo ha sido empleada por Téllez para exhibir a la Cuarta Transformación como un régimen comunista, satánico, empobrecedor y totalitario. No obstante su retórica fantástica, la Senadora Lilly cuenta con importantes adeptos que la identifican como una aspirante válida por encima de otras legisladoras del PRIANRD, sobre todo panistas, y -particularmente- de Margarita Zavala.
La disonancia que vive la Coalición “Va por México” puede resolverse mediante aspirantes híbridos como Lilly Téllez, su personaje es representativo de los “outsiders” cuyo éxito como líder de opinión se debe al aparato mediático que la soporta más que a una inteligencia o capacidad política. El pragmatismo que requieren los partidos en crisis como PRI, PAN y PRD; puede manifestarse en la disponibilidad de Téllez para representar el rol conservador autoritario.
El histrionismo de la actual senadora panista por Sonora puede ser determinante en el contexto de carestía que viven los liderazgos del PRIANRD y frente a las exigencias del sector empresarial, principalmente de Ricardo Salinas que no oculta su voluntad por dominar las estructuras productivas de México. Lilly Téllez es el rostro amable de un monstruo oligárquico que ha demostrado su falta de civismo y un liberalismo económico anarquista enfermizo.
Resulta sorpresivo que la Senadora Téllez se sobrepuso al feminismo conservador del humanismo integral y que su autoproclamada aspiración presidencialista, genere angustia en los liderazgos históricos de la derecha y ultraderecha. La lentitud y ambigüedad de las estructuras del catolicismo integral intransigente ha generado que liderazgos femeninos conservadores pero auténticos e inteligentes, sean opacados por personajes como Lilly Téllez, orgullosa de su nueva personalidad conservadora y también de ser concebida como la “Marlyn Monroe” de las derechas empresariales.
Aunque se acusa a MORENA de involucionismo en el desarrollo político del país, los resultados conductuales, especialmente en la oposición, parecen decir lo contrario. Pululan las tendencias modernizadoras en el PRIANRD, sea como sea; pero son los viejos odres los que se oponen a todo cambio aunque este les beneficie.
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