Los árboles y el bosque
- fermarcs779
- Aug 3, 2023
- 3 min read
Diario de un reportero
Miguel Molina
Declara mi amigo
Eres de derecha, declara mi amigo morenista, y sólo repites lo que señala el sr claudio (sic). Y la superioridad moral de su izquierdez se limita a reproducir caricaturas del otro – o de la otra –, y a burlarse de quienes no piensen como ellos, que después de todo llegaron al poder por elección popular. Los demás, como explicó el clásico, que se jodan. Su número es legión. Y es un verano sin qué hacer.
Habrá necesidad de más
Al menos dieciséis mil personas exigieron que se hiciera una consulta popular sobre el proyecto de puente vehicular en la avenida Lázaro Cárdenas de Xalapa, donde se han talado quién sabe cuántos árboles – unos dicen que cuarenta y nueve –, y se quieren talar quién sabe cuántos más, para construir un paso elevado que puedan usar camiones de carga y vehículos industriales. Lo que hay ya no alcanza, dicen los que pueden. Pero el tránsito de vehículos es como la circulación de la sangre: una vena nueva tiende a llenarse, y dentro de no mucho tiempo lo reciente – si es que se hace – será viejo, y habrá necesidad de más concreto y de más firmas, y así sucesivamente.
Si no son jacarandas
La historia de los árboles que deben morir en nombre de un paso a desnivel que abrirá el camino al progreso es simple. No son árboles nativos. Al parecer son una clase de roble australiano, y su condición extranjera no les ofrece protección alguna ante las hachas – es un decir – del Estado. Si no son jacarandas, que se jodan, y si son, también. Quién sabe qué pueden hacer en un futuro no lejano con las araucarias chilenas del parque Juárez y las araucarias de metal en puentes y glorietas. Quién sabe qué pueden hacer con El Árbol de Revolución, que es un fresno que trajo de Inglaterra hace ciento cuarenta y tres años el profesor Agustín Blancas para mejor servicio de Xalapa y punto de referencia para propios y extraños, para quien va y para quien viene.
Cien mil y cien mil
Otra estampa forestal veracruzana es la de los cien mil arbolitos que – según el anuncio oficial – se van a plantar en Veracruz de aquí al final del sexenio para compensar la tala de los árboles en el trayecto del paso vehicular. Y los cien mil arbolitos que Leonel Sánchez Reyes, alcalde de Alpatláhuac, ofreció sembrar durante su presidencia municipal para ver si logra revivir la cascada de Cocalzingo, que se secó hace siete meses.
No hay comparación Según cifras oficiales, el gobierno de Veracruz plantó más de siete millones de árboles en cuatro años y medio, y cuatro millones más con el programa federal Sembrando Vida. "No hay comparación de diez, veinte arbolitos que se van a tirar", declaró el gobernador Cuitláhuac García Jiménez durante una jornada de
compensación ambiental en el parque Natura de Xalapa, "hoy son ochocientos". En la avenida Lázaro Cárdenas, donde están los árboles condenados, "no se puede sembrar mucho", dijo el ingeniero García Jiménez. "Ahí nada más para pura pantalla, para el que quiere simular".
Desde el balcón
Sopla un viento de agosto, un asunto que hace cantar las hojas y agita las ramas de los árboles ante los ojos asombrados, los oídos maravillados, y la tibia protección de una malta digna de este lugar a esta hora. Uno tal vez merece más, pero con eso se conforma. Después de todo es miércoles. Uno no sabe si ve los árboles o el bosque.






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