Última llamada
Hay ciudades que pelean la atracción de inversionistas otorgándoles grandes concesiones, que usualmente son exención de impuestos y servicios baratos. Los beneficiarios por lo general son grandes consorcios internacionales, los perjudicados son los ciudadanos que requieren de gasto e inversión públicos para que se mejore su calidad de vida.
Hay ciudades y países que pelean la atracción de inversionistas que evaden el pago de impuestos o reportar el nivel de sus ganancias, el gran perdedor es el fisco y las sociedades que encuentran que el surgimiento de paraísos fiscales beneficia a aquellos con conductas éticas y legales dudosas. Muchas veces los evasores son aquellos que recibieron concesiones para establecerse en alguna ciudad.
Por dónde se busque, en esta etapa depredadora del capitalismo salvaje la riqueza se concentra de manera escandalosa en una oligarquía glotona y abusiva mientras que se amplía la gigantesca masa de pobres por la caída estrepitosa de aquellos que se sentían a salvo dentro de la mítica clase media.
Lo más preocupante es la inacción correctora de los gobiernos porque resulta que son parte importante de éstas fallas. Los papeles de Pandora descubrieron a los políticos que se unen a los empresarios en los esfuerzos de defraudar y desfalcar al fisco, ese mismo fisco que juraron defender.
Pero así es la ambición desmedida, aquella que explota el poder para hartar ambiciones insaciables.
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