Guillermo Farber
OOOOTRA ADVERTENCIA Para que nadie se llame a sorpresa.
Wikipedia: “Soy leyenda (I Am Legend) es una película de terror y ciencia ficción post apocalíptica estadounidense de 2007, dirigida por Francis Lawrence y protagonizada por Will Smith. Es la tercera adaptación cinematográfica de la novela homónima de 1954 (nótese: 66 años antes de la pandemia actual) de Richard Matheson, siguiendo a The Last Man on Earth, de 1964, y The Omega Man, de 1971. Smith interpreta al virólogo Robert Neville, quien es inmune a un virus hecho por el ser humano (¡), creado originalmente para curar el cáncer. Él trabaja para crear un antídoto mientras se defiende de los mutantes originados por el virus.
Warner Bros. comenzó a desarrollar Soy leyenda en 1994 y varios actores y directores se unieron al proyecto, aunque la producción se retrasó debido a problemas presupuestarios relacionados con el guion. La producción comenzó en 2006 en la ciudad de Nueva York, filmando principalmente en localidades de la ciudad, incluyendo una escena de $5 millones de dólares en el puente de Brooklyn.
Soy leyenda fue la séptima más taquillera de 2007, recaudando un total de $585 millones de dólares.
ARGUMENTO “Esel año 2009, después de que la doctora Alice Kripin modificara un virus del sarampión genéticamente (¡) como cura para el cáncer, dicho virus mutara, generando una extraña pandemia. El Teniente Coronel Robert Neville, un virólogo del Ejército de EU, queda como el último humano sin contagiar en la ciudad de Nueva York, y posiblemente, en el mundo entero. La imagen de la devastación de Nueva York comienza en 2012 (año seminal según los conspiranoicos mayas), con una serie de programas de noticias de una televisión local grabados ya hace tiempo, que revelan que la pandemia que asoló al mundo comenzó siendo una vacuna (¡hiper sic!) que parecía que iba por buen camino pero que mutó, provocando que al infectarse un humano o un animal se convirtiera en una criatura parecida a un monstruo o un vampiro, en el cual concurrirían los siguientes síntomas: se degeneraría a un estado primitivo y agresivo, perdería el cabello y sería extremadamente vulnerable a las radiaciones UV del sol, obligándolo a ocultarse en las sombras (cuevas, edificios abandonados, etcétera) durante el día.
DESPOBLAMIENTO “Al final del primer año de la infección, el 90% de la población humana (unos 5,400 millones de personas) del planeta murió a causa de la infección. Un 9% (588 millones, aproximadamente) resultó infectada, pero en vez de morir se convirtió en esas criaturas, mientras el resto (unos 12 millones), quienes de manera natural eran inmunes al virus, fueron perseguidos y asesinados por quienes estaban infectados, o se suicidaron debido al aislamiento del mundo exterior.
“Tres años después del brote y tras pasar muy duros momentos, Robert Neville teme que pueda ser el último humano en su país, o quizás en el mundo. En una Manhattan que carece de todo rastro de humanos, y donde empieza a aflorar la naturaleza, Neville vive una vida rutinaria y aburrida en la que destina su tiempo a investigar curas para el virus y tomar suministros para pasar las duras noches llenas de ruidos de los ‘monstruos’ y soledad, y solo cambia el plan si un día le surge la idea de ir a cazar ciervos por Wall Street o jugar al golf en el puerto de Manhattan. Todos los días emite en toda la banda de AM mensajes grabados en los que pide por favor que si hay algún otro superviviente se reúna con él al mediodía en South Street Seaport.
“Unos flashbacks en sus sueños le estremecen cuando recuerda la muerte de su mujer, Zoe), y su hija, Marley (Willow Smith, hija de Will Smith en la vida real) en un accidente de helicóptero durante la evacuación de la isla, cuando se impuso la cuarentena militar de la Isla de Manhattan en 2009. Neville solo se puede relacionar con su perra Samantha, la cual a lo largo del largometraje se define como su gran compañera. Para evitar la demencia, coloca unos maniquíes en algunos locales que él visita con frecuencia para tratarlos como a humanos.
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