Transfuguismo e infiltración
- fermarcs779
- Sep 2, 2024
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Diego Martín Velázquez Caballero
La resaca del proceso electoral ha generado la emigración partidista de varios cuadros políticos hacia Morena, venía sucediendo desde el inicio del sexenio; pero, ahora, se ha incrementado de manera desproporcionada después del triunfo de Sheinbaum Pardo y representa un fenómeno incontrolable. Más allá del oportunismo y pragmatismo que estas prácticas constituyen, lo deleznable de algunos casos permite encuadrar un fenómeno mayor: la infiltración. El transfuguismo manifiesta la principal virtud maquiavélica, es decir, la simulación; lo que en situaciones de asedio e imperialismo como los que embisten a México, debería tomarse con mayor interés y atención.
En los estudios de la ultraderecha mexicana, el periodista Álvaro Delgado describe los procesos de infiltración que las sociedades secretas impulsaron en los diferentes sectores económico, político y social; hasta alcanzar un grado de control casi absoluto. Instituciones como el PRI y el Ejército Mexicano no representaron mayor obstáculo para la permeabilidad de agentes externos, la cooptación tampoco sirvió como aislante ni método de control. Las lealtades en sociedades en transición resultan inexplicables. La infiltración ejecutada por otro tipo de sociedades secretas como el narcotráfico, la delincuencia y agentes extranjeros ¿qué tanto puede ser regulada en Morena?
El Partido Hegemónico que se vislumbra en el futuro organizacional de Morena puede resultar una fachada por la desconexión que se advierte entre cuadros dirigentes, representantes públicos, militantes y sociedad. Ninguna organización escapa a la ley de hierro de la oligarquía, la cuestión radica en asegurar que la dirigencia se corresponda con los fines y bases del movimiento. La narrativa propuesta por Gerardo Fernández Noroña, en lo concreto, se desconecta parcialmente de la realidad, para beneficio de Lilly Téllez.
Las élites representan uno de los axiomas más pesimistas de las ciencias sociales, pero estas leyes históricas pueden también reinterpretarse. La formación de élites buenas, correspondientes con el momento histórico que vive una sociedad, pueden alcanzarse con la regulación de fenómenos como el transfuguismo y el desarrollo de formas de control e institucionalización partidista.
Los nuevos y recientes pasajeros del morenismo no son agentes inocuos. La clase política ha representado un riesgo para el Estado Mexicano por su falta de educación, compromiso y característico patrimonialismo; ¿qué otro riesgo representan si obedecen a principios ajenos al interés nacional?
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