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El Escuadrón Suicida: Cuando el Libreto es un Video Juego

Al sentarme para ver la película del "Escuadrón Suicida" (Atlas Entertianment, 2016) un muchacho/señor le platicaba a su acompañante que esta era la mejor película que había visto en su vida. Explicaba como era la tercera vez que la veía y que estaba "bien chida". Como yo había leído las criticas me quedé pensando la razón de tan despistados comentarios. Confundido, terminé de ver una de las peores películas que he visto, pero al mismo tiempo, me quedaba la duda: ¿Cómo es que el film logró romper records en taquilla y cómo es que, a pesar de la crítica, la película es considerada "excelente" por muchas personas?

Al reflexionar por varios meses llegué a una conclusión: la película es para un público muy especial, el de los video jugadores. Se trata de una expresión artística donde aquellos que se divierten con video juegos pueden decodificar la trama, el conflicto, y la resolución sin problemas. Para los que estamos acostumbrados a una trama linear, que la mayoría de las películas siguen, el "Escuadrón Suicida" es una aberración cinematográfica.

El debate sobre un si un video juego es arte o no lleva ya varios años. Kellee Santiago, la presidenta de "thatgamecompany", una compañía que diseña video juegos experimentales, ha sido una de las voceras más activas en defender a los video juegos como arte. Pero Santiago tiene mucho en su contra.

En primer término, el video juego es relativamente nuevo. El primer juego comercial fue el de "Pong" comercializado en 1972. Es así que apenas se pueden considerar 44 años en su estudio. El segundo lugar lo describe el critico de cine Roger Ebert:

"Una diferencia obvia entre el arte y los juegos es que se puede ganar en un juego. Tiene reglas, puntos, objetivos, y resoluciones (...) si el video juego no tiene puntos o reglas, entonces deja de ser un juego y se convierte en una representación de una historia, novela, obra de teatro, danza, o película. En esas cosas no se puede ganar; sólo se pueden experimentar." (El Diario de Roger Ebert: Abril 16, 2010 traducción libre)

El juego del ajedrez, por ejemplo, es sólo un juego aunque puede tener destellos considerados como "artísticos".

Quizá el obstáculo más grande que tienen los video juegos en su contra, para ser considerados arte, es que son productos 100% comerciales. Mientras que un autor o autora sueñan en convertirse en millonarios con la venta de sus libros, su objetivo principal es el de contar una historia, una reflexión, de representar la vida con sus palabras, de hacer sentir, de hacer soñar.

Tocar el piano tiene como base la transmisión de sentimientos por medio de la música. Jugar un video juego, en contraste, sólo intenta entretener. El objetivo final para el jugador o jugadora es el de ganar. No creo que al terminar de competir se sienta uno mejor o peor persona. Se apaga el juego y ya.

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