Última llamada
Con sorna se agredió a AMLO porque no habla inglés, parecía que se ignoraba que hay traducción para el presidente y que no se pierde nada si otros presidentes no hablan español.
Se manejó como fracaso su renuencia a viajar a cumbres internacionales y hacerse representar por el canciller, lo que bien visto es su trabajo. La queja de que los presidentes no se reunían con el canciller es totalmente irrelevante porque la negociación entre países tiene varios canales.
Finalmente se apostaba a que la cumbre norteamericana fuera un rotundo fracaso y que Biden y Trudeau tomarían a AMLO de objetivo de tiro al blanco, pero no sucedió.
La agenda bi nacional y sub continental conlleva más elementos que la defensa de algunas empresas, como las energéticas, en la mesa está la estabilidad y posibilidades de crecimiento armónico.
La migración es un tema sensible y hasta lo que se ve se ha aceptado la tesis de AMLO de invertir en los países y regiones expulsoras de población, no solamente porque tiene mucho sentido, sino porque nadie ha propuesto nada más y el manejo policíaco de los migrantes ha mostrado ser un rotundo fracaso.
AMLO manejó bien la cumbre porque lo que se negoció bien de antemano, esa es señal del funcionamiento del gobierno.
Ahora que para los preocupados para el 2024, sin duda que le da puntos al canciller, como sucede en todos los sistemas políticos. Mientras tanto a sentarse a observar y no desgarrarse las vestiduras por anticipado.