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Última Instancia : Zonas Económicas Especiales

Desde hace muchos años en el mundo se ha venido desarrollando el concepto del libre comercio internacional, curiosamente a partir de un entorno de múltiples restricciones al comercio cuando las economías eran sumamente protegidas por la inmensa mayoría de los países.

Así se generó, por ejemplo el concepto de Free Trade Zones o Zonas de Libre Comercio en los Estados Unidos a principios del siglo pasado, que permitió a la postre a su industria automotriz tener un gran desarrollo exportador.

El libre comercio se entiende en una modalidad general, como el desarrollo de la operaciones comerciales entre dos o más naciones, sin restricciones arancelarias o no arancelarias. Es decir, sin el pago de impuestos y derechos de importación (restricciones arancelarias) o sin prohibiciones o impedimentos no-monetarios que restringen el ingreso de mercancías a un país.

También puede haber libre comercio en una serie de modalidades específicas que aplican los países para desarrollar sus economías, incentivando la inversión y el empleo, aplicadas de forma específica a ciertas regiones de su territorio o a ciertas estructuras corporativas o de negocios. Así en México, se desarrolló la industria maquiladora de exportación, que es actualmente la modalidad de comercio exterior mayormente utilizada para la generación de divisas en el país. A esta industria, en virtud del descredito de la palabra “maquiladora” que ha sido acremente criticada por la izquierda, inclusive por el gobierno mismo, por la incomprensión del concepto, ahora se le conoce como IMMEX o Industria Maquiladora Manufacturera de Exportación, eliminándose paulatinamente la palabra mala de “maquiladora”. Por ejemplo, ahora el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora de Exportación, se le conoce como “INDEX”, significando simplemente Industria de Exportación.

En el mundo existen innumerables modalidades de conceptos y zonas de comercio exterior específicos, que trabajan alrededor de los entornos genéricos de los tratados internacionales de libre comercio. Dichas modalidades anteceden a los tratados, como la de IMMEX en México, que data de 1966, que es una modalidad que aplica a las compañías autorizadas y no se circunscribe a un territorio determinado.

Así tenemos modalidades de libre comercio como las descritas en Estados Unidos, que en México se conocen como Recintos Fiscalizados Estratégicos o “RFEs”, que no es otra cosa más que un IMMEX delimitado a una pequeña zona geográfica.

En otras partes del mundo, como en China y en la India, tenemos las denominadas Zonas Económicas Especiales, en donde además de contar con una zona de libre comercio, existen tratamientos fiscales de excepción, como exenciones o reducciones de impuesto sobre la renta y otros impuestos, tratamientos laborales particulares y otras áreas de exclusión de la legislación doméstica, establecidas con el fin de incentivar la inversión y el empleo.

De estas zonas, la más conocida es la del gran puerto de Hong Kong en China, que se estableció por los británicos durante el arrendamiento que gozaron de ese territorio Chino. También tenemos zonas de este tipo en Singapur, que se convirtió en una gran Ciudad/Isla/Estado después de la dominación británica, precisamente por el estatus especial de que goza todo el país, y que lo hizo crecer enormemente ante las múltiples restricciones proteccionistas que existían en otros países del mundo. Últimamente China estableció en Shanghái la zona económica especial más grande del mundo, aprovechando el gran desarrollo industrial, comercial, tecnológico y cultural del área.

Ante estos antecedentes, en México ahora se le ocurre a la administración de Peña Nieto, crear una Zona Económica Especial, pero en las áreas más deprimidas del país: Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, proyectándose inversiones en infraestructura de 115 mil millones de pesos, proyectando generar 115 mil empleos en un plazo de 10 años.

Aunque es bueno que el gobierno federal planee inversiones cuantiosas de infraestructura en el país, y realice esfuerzos por aumentar nuestra competitividad regulatoria, eliminando barreras de entrada a la inversión y el empleo, creo que el gobierno tiene que actuar de una manera más efectiva en el desarrollo de su política económica, empezando por eliminar en definitiva tanta traba que ha impuesto a las IMMEX, como cobrarles el IVA en todas sus importaciones, a menos que corran por procesos complicados, caros y tortuosos de certificación, regresando los regímenes especiales con que contaban antes de la reforma fiscal, como las tasas especiales de impuesto sobre la renta del 15%.

El gobierno federal, primeramente tiene que aplicar el trato de zonas económicas especiales a nuestras fronteras que son altamente competitivas, que podrían quintuplicar sus economías en pocos años con relativa poca inversión, y convertirse en grandes hubs logísticos, de servicios y turismo, así como en áreas de investigación y desarrollo, sin menoscabo de crear esas zonas en dichos lugares con muy bajo desarrollo.

Debemos de aprovechar la experiencia de nuestros competidores, aplicando estos regímenes especiales en donde ya hay desarrollo para que de inmediato aumente la productividad, competitividad, inversión, empleo y desarrollo humano.

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