Las posibilidades de hacer la guerra y ampliar el terror usando los instrumentos del internet son muy amplios.
El Estado Islámico y otros grupos terroristas usan las redes sociales para enviarse mensajes y coordinar sus actos de terror. Y hasta ahora hubo una fuerte tolerancia, porque el objetivo no había golpeado en el corazón del eurocentrismo. Que poca memoria tiene Francia sobre el atentado a Charlie Ebdo y sobre su colaboración con los nazis y tolerancia judeofobica.
Pero el atentado de París le removió la conciencia a Anonymous, un grupo que igual linda en el terror, aunque sea de otro tipo y éstos ya han cerrado 150 páginas web, 100, 000 cuentas de twitter y 6, 000 videos. A ver cómo le meten la mano a Facebook.
La lucha contra el terror es una necesidad mundial. Especialmente contra un terrorismo que no busca mejorar al mundo. Se diferencia del terrorismo ideológico en que éste buscaba una revolución, el terrorismo islámico busca una involución, por eso destruyen las marcas culturales a dónde llegan.
Es un terrorismo intolerante cuya capacidad destructiva, al igual que su odio parece no tener límite.
Los terroristas islámicos quieren arrasar con la tolerancia y los valores democráticos que el mundo ha ido ampliando a partir de los últimos dos siglos. Y han lanzado a sus huestes contra los países que enarbolan principios de libertad y tolerancia.
Hay que cerrarles todos los caminos y que bueno que se ha empezado con el internet, esto sin duda ayudará a frenar sus ansias de sangre.