top of page

Aliarse o no aliarse, ese es el dilema

Una crisis más en el PRD con el tema de las alianzas. Por un lado, los Chuchos no quitan el dedo del renglón sobre su acercamiento con la derecha. Su presidente renunció cuándo las tribus decidieron no avalar las alianzas con el PAN y el temor de un vacío de poder, los orilló a aceptar una alianza que no lleva otra intención más que jalar votos. El motivo es muy sencillo: aumentar el número de votos implica mucho dinero en prerrogativas.

Los puristas de ambos lados prefieren caminar solos que mal acompañados, porque en el fondo se desconfían mutuamente.

La alianza entre derecha y centro derecha puede ser más natural de lo que parece, porque no plantean modelos muy divergentes, Algunos que se piensan de izquierda, sienten que es contra la naturaleza ideológica de su partido, y los que son de derecha se espantan ante la posibilidad de contaminarse con el comunismo.

Los pragmatistas sostienen que tienen que arrancarle el poder al PRI y ponen como ejemplo al PRI, que se alía con dios y con el diablo con tal de ampliar su cuota de poder, como hizo en Colima.

La verdad de las cosas es que las alianzas beneficiaran a las burocracias de los partidos, porque a final de cuentas, son los mismos que se atrincheran en el presupuesto dejando a su paso una cauda de corrupción e incompetencia.

bottom of page