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La Dicotomía de la Política

Decidí hace seis años retirarme de mi vida profesional para dedicarme a la política, digo yo “hasta donde alcance”. Lo hice después de 38 años de vida profesional y 41 de practicar el derecho, desde que empecé como pasante.. Mi carrera profesional ha sido plena, apasionada, interesante, llena de retos y realizaciones. Realmente he sido feliz con la práctica del derecho. Me fue muy bien económicamente, hice mi patrimonio. Junto con mi esposa que también es abogada, sacamos adelante a nuestras dos hijas. Una cuenta con un doctorado en derecho, por la Universidad de Loyola, en Chicago, la otra cuenta con una maestría en derecho comparado, por la Universidad de Nueva York. En definitiva el derecho ha sido mi vida.

¿Entonces por qué me retiré de la práctica del derecho si tanto me ha gustado, y me continúa gustando? Porque hay algo más que me apasiona en la vida. Eso es la política.

Muchos de ustedes dirán, más en estos tiempos de escándalos de los políticos con su corrupción rampante, con el gran desprestigio que tienen, por la gran devaluación en la que se encuentra la política, no nada más en México, sino en la mayoría de los países del mundo. ¿Cómo es posible que una persona exitosa en su carrera profesional se retire de ella para meterse en política, si la misma “es tan sucia”, en lugar de irse a descansar, a jugar golf, viajar por el mundo o ponerse a disfrutar la buena vida y de los nietos?

Pues la respuesta es, de que aparte de que me gusta, considero que la política es la labor más noble que un ser humano puede ejercer, siempre y cuando se haga con honradez, ética, compromiso y responsabilidad.

El motivo por lo cual afirmo lo anterior, es que la política tiene como fin último, el generar lo que se conoce como el bien común. Sin entrar en honduras filosóficas, el bien común, simplemente son la condiciones externas que permiten al ser humano tener un ambiente que sea propicio para que se desarrolle en su vida con dignidad, desplegando a plenitud sus talentos y ejerciendo su vocación a plenitud. Desarrollar una familia, ejercer una profesión u oficio, desplegando talentos musicales o culturales, construyendo para su desarrollo personal y para el de los demás.

Sin embargo, todos lo sabemos, que para que un político pueda generar condiciones que lleven al bien común, tiene que ejercer lo que conocemos como poder. Es decir, tiene que influir sobre los demás, para que se direccionen las cosas para que se creen esas condiciones que detonan al bien común.

Ahora bien, como el poder es un elemento esencial en la política, debemos de tomar en consideración que si se ejerce mal, de forma perversa, para que el político genere condiciones de bienestar, no para los demás, sino para beneficio propio, de sus parientes y amigos y camarillas de personas que pertenecen al mismo grupo social, económico o ideológico, entonces no está generando condiciones de bien común para la sociedad, sino aprovechándose de su posición de poder. Esto, todo lo sabemos, puede generar situaciones de suma gravedad, como injusticias e inequidades, condiciones de desigualdad y de pobreza, y en los casos extremos crimen organizado, consecución de toda clase de delitos, que llevan a las desapariciones, torturas, homicidios y genocidios.

Desde que entré a la política me ha tocado ver de todo, hipocresías, aprovechamiento de vulnerabilidades, traiciones, moches, componendas obscuras, decepciones y persecuciones. Hay muchas veces estrés, incertidumbres, cosas inesperadas y situaciones francamente incómodas.

Muchas veces me pregunto, ¿vale la pena? Y mi respuesta siempre es: sí vale la pena. Porque la política es necesaria, es el único medio para que la sociedad se organice para generar esas condiciones que nos llevan al bien común.

Debemos de tomar en cuenta, que la “materia prima de la política” es el ser humano, con todas sus virtudes y defectos. Pero para mi el ser humano es lo más preciado de la creación. Es lo más elevado que vemos en la naturaleza, y la política trabaja con el ser humano y para el ser humano. Si no tenemos gente buena y comprometida metidos en esta noble labor, que contrarreste a las malas personas que se aprovechan del poder que se ejerce a través de la política, la humanidad quedaría condenada a la explotación, a la esclavitud, a las injusticias y abuso de los tiranos, que violan matan y se aprovechan de la miseria de los hombres.

Es por eso que al tener estos retos tan grandes que brinda la política, cada vez me animo más a seguir viviendo para contribuir los pocos talentos que tengo, en beneficio del ser humano, en beneficio de mi comunidad para llegar al anhelado bien común.

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