En México se ahogan niños todo el tiempo y no se tapan los pozos.
Cada vez que se cambian comisionados o magistrados de éstos nuevos espacios que simulan ciudadanización, surgen denuncias sobre el abuso y desfalco a las arcas públicas, pero no se hace nada para evitar que los nuevos nos repitan la dosis. Sucede esto con las Cámaras de diputados y senadores y en los muchos consejos y tribunales que se han creado para encauzar la voz ciudadana que debe equilibrar la política, que a su vez destruyó los equilibrios introducidos en el diseño federal de la nación.
Pero como todo es un arreglo entre partidos políticos, las nuevas distorsiones son poderosas y descomponen más de lo que arreglan. Ejemplos de esto abundan.
El megalómano en turno en la presidencia del INE ya planea su torre con un costo de más de mil millones de pesos y no obstante la protesta pública se saldrá con la suya. Poco cuenta la austeridad necesaria en ese tipo de gasto debido a la condición ruinosa en que el gobierno tiene al país. Si el ego no se puede acariciar con el gasto público de poco vale el tremendo sacrificio que están realizando éstos pro hombres de la patria. Considerando la corrupción estándar de 10%, alguien o algunos se llevarán por lo menos 100 milloncejos, pero como ninguno de esos proyectos se ajusta al presupuesto inicial y a que la mochada ya alcanza hasta 30%, alguien está a punto de volverse millonario. Y no pasará nada, se saldrá(n) con la suya.
La Jornada denuncia que los magistrados salientes del Tribunal Federal Electoral dejaron un hueco patrimonial impresionante. Entre sus abusos se encuentran, por supuesto, los viajes de lujo:
“Salvador Nava Gomar usó 39 mil pesos en un solo día en Argentina. Manuel González Oropeza estuvo 409 días en 191 estancias en las que gastó 2 millones 337 mil pesos; María del Carmen Alanís dedicó 338 días a 150 viajes que costaron un millón 239 mil pesos. Nava Gomar tuvo 118 salidas, sumando 344 días representando un millón 426 mil pesos. Constancio Carrasco 172 días en 78 viajes; Pedro Esteban Penagos 246 días en 86 viajes, que significaron 781 mil pesos; Alejandro Luna Ramos acumuló en 92 periplos, 224 días y 876 mil pesos gastados”.
Si sumamos estas cifras a los salarios de los magistrados, a los de los comisionados, sus viajes rodeados de los lujos que su miserable existencia no alcanza, gastos de representación, etc. concluiremos que la democracia mexicana es muy cara y todavía más deficiente. La política electoral es cara y deficiente, porque los ocupa más planear el siguiente viaje que asegurar reparar las múltiples fallas y fracturas de la política mexicana. Un alto funcionario Salinista me dijo: “No hace falta robar, yo deposito mi salario íntegro y con los intereses saldré rico”. Que del presupuesto se le pagara el mandado de la casa no era corrupción, era una prestación.
¿Qué sucederá con la denuncia de La Jornada? NADA. Como siempre. En México nunca pasa nada ni cuando pasa. Y los rufianes que se han hecho de las instituciones políticas y se reparten los puestos “ciudadanos” dentro de las cuotas de los partidos, se encargaran que no suceda nada, porque esas posiciones son premios facciosos.
Después de haber sido traicionado cuándo se me ocurrió que la meritocracia podía funcionar y que yo podía llegar al IFAI, se me ofreció entrar a la institución para de ahí lanzar mi candidatura en la ronda siguiente. Mi postura fue disfuncional porque yo no andaba buscando chamba, creí que desde ahí se
podía apoyar a la maltrecha democracia mexicana. Pero el partido que sintió que debía premiarme para que se las debiera, trató de hacer lo que hacen siempre.
El comisionado electo debe pagar el favor en dos sentidos: acomodar a los cuadros del partido en empleos bien remunerados, y acomodar las decisiones para beneficiar los intereses de aquellos que los elevaron a la casta dorada
1733 días viajaron 6 inútiles que están ensartados en la casta dorada y hacen todo lo posible para que esa vida de boato no termine. Hacen hasta lo imposible para brincar a otro puesto. Preguntará usted: ¿Qué beneficios le produjo a la política mexicana tanto paseo? NINGUNO.
¿Qué beneficios le produjo a la nación la estela de luz (de pus le dice la gente) de Calderón dónde se robaron por lo menos 1,000 millones de pesos? NINGUNO. Y así podemos seguir sumando excesos insultantes en obras y gastos que no logran ningún beneficio, más que ser la tapadera para que alguien se haga muy rico, muy rápido y sin esfuerzo. Y luego andarán por el mundo predicando como paladines democráticos que han ayudado a salvar a las instituciones, mientras hundían a la nación.