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Sarcasmos

Cinco pasos para no discutir. Uno, con toda paciencia deja que tu adversario termine de gritarte. Dos, respira profundo. Tres, míralo a los ojos con mucha ternura. Cuatro, empuña lenta y cuidadosamente la mano. Cinco, acomódale cariñosamente un madrazo en la nariz.

ARMAS CLIMÁTICAS

Me dice mi querido paisano José Gómez: “Muy interesante el tema que tocas en la Buhedera de hoy. La coincidencia de eventos meteorológicos y sísmicos con los que empezamos este mes ha dado mucha tela de dónde cortar para las calenturientas mentes que creen que las fuerzas de la naturaleza pueden ser manipuladas para utilizarlas en contra de potenciales enemigos. De dar risa algunas versiones que escuché durante la formación y trayectoria de ‘Irma’. Una de ellas, que era producto del HAARP al que haces referencia. ¿O sea que los gringos crearon un huracán para lanzárselos a ellos mismos? ¿Algo así como que el 911 fue obra de Bushito para tener un pretexto para apoderarse del petróleo de Irak? No dudo que las petroleras son capaces de cualquier cosa, ¿pero harían algo tan maquiavélico? Como sea, creo que hasta hoy no hay la tecnología para controlar el poder de la naturaleza. Escuché otra versión, producto de mentalidades más místicas, que hablan de que en el ventarrón provocado por ‘Irma’ se podía ver a los jinetes del Apocalipsis. Eso sí me provocó un ataque de risa incontrolable. Desde la infancia me acompaña la posibilidad de que el mundo se acabe en lo que dure un parpadeo, los justos volarán (literal) al cielo y los infieles pasarán las de Caín y arderán eternamente en compañía de Belcebú y el mundo se vaporizará. Ya no recuerdo cuántas veces hemos rebasado el plazo fijado por los seguidores de Nostradamus. Los últimos y más sonados fueron el del año 2000 y los que atendiendo el final del calendario Maya, pronosticaron como límite el 2012. En este último hubo algunos locos extranjeros que se ubicaron en Yucatán para crear un santuario para refugiarse del tan esperado holocausto. Los que aprovecharon (porque siempre hay alguien que se beneficia de los ingenuos) fueron los nativos que construyeron el santuario y los que vendieron en grandes cantidades toda clase de materiales y mercancías a los mafufos extranjeros que lo que hacían era ponerse hasta la madre de toda clase de drogas, según contaron los propios nativos”.

LA COSECHA NUNCA SE ACABA…

¡Ay, estos catastrofistas! Ahora dicen que si los huracanes Irma y Harvey fueron pesaditos, ahí vienen en fila José, Lee y María contra la costa oriental de EUA (ahora sí hacia Nueva York) para superarlos en capacidad destructiva.

LE DICE UN PAJARITO

El cacagrande de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que está dispuesto a convertirse en “un dictador” (¡nombre, qué horror para un demócrata de tan acendrada convicción!) para garantizarle los precios al pueblo y lograr “la paz económica”, si no consigue hacerlo “por las buenas”. La estabilidad de los precios de los productos en el país debe ser un “objetivo nacional” al que se unan los productores y los distribuidores. Anunció un “nuevo sistema” con el que la Comisión de Economía de la Constituyente fijará, junto a “los sectores productivos y distributivos” y “los consumidores”, los precios de la leche, el pan, el aceite, el jabón, la pasta, el pollo, entre otros.

Este nuevo impulso al control de precios estará reforzado por “fiscales” que señalarán ante el Ministerio Público a quien venda a precios superiores a los fijados (por él, no por la realidad). El Terror, pues. Como enemil dictadores antes que él, Maduro acusa a “los comerciantes” de culpas que son de su propia política económica.

BENDECIR Y MALDECIR

¿Crees que bendecir es un trabajo divino y que nosotros, simples mortales, no tenemos ni el derecho ni la autoridad para bendecir a los demás? Entonces, ¿por qué podemos maldecir con tanta facilidad? Maldecimos a troche moche y con entera libertad, pero cuando se trata de bendecir nos sentimos limitados. ¿No te parece curioso?

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