Hace unos dÃas en TVunam, la politóloga argentina Flavia Freindenberg empleaba una categorÃa conceptual para explicar los procesos polÃticos electorales en Latinoamérica. Las elecciones en Chile, Costa Rica, Venezuela, Colombia, Brasil y México, están configurando escenarios donde las circunstancias económicas, polÃticas y sociales han activado los dispositivos de preservación y autodefensa social. Esta reacción –el conservadurismo cultural– obedece a las caracterÃsticas más simples de protección que los grupos humanos establecen. Las sociedades de estos paÃses están considerando graves riesgos derivados de una globalización económica irresponsable. Ahà están los indicadores sociales para evidenciar el profundo daño que el modelo neoliberal establece en educación, salud, género, derechos humanos y democracia.
El peligro de la situación ha llegado a tal extremo que se han activado los mecanismos de amparo humano, tal y como sucede cuando hay algún cataclismo o tragedia. De ahà se entiende que las opciones polÃticas ganadoras se perfilen en un repertorio de candidatos antisistema y representantes de un nacionalismo populista.
Es verdad que dicho contexto constituye, también, el punto de partida para regÃmenes autoritarios. Varios dictadores han accedido al poder mediante elecciones democráticas. Empero, las estructuras sociales en América Latina se encuentran en un severo proceso de descomposición y la sociedad demanda un cambio urgente. El PRIANRD ha hecho del paÃs un Estado Fallido y, poco a poco, esta realidad se ha hecho consciente en una gran parte de la población. La corrupción y cinismo de la clase polÃtica contemporánea ha superado las peores épocas de la historia.
No hay institución que funcione en el México presente, basta observar el perfil del lábaro patrio en su último aniversario. Y la clase gobernante no atina nada positivo. El engaño, la corrupción asà como el permanente faccionalismo generan una partidocracia aberrante. Por la misma situación transitan el Ejército, la Iglesia Católica y las universidades.
Personajes que representan cristianismos protestantes, nacionalistas, outsiders, trayectorias no polÃticas, etc., han comenzado a generar simpatÃas y participación de los ciudadanos. Es una oportunidad y un riesgo notable; pero, quizá, es una necesidad conforme el tiempo que se vive.
El PRIANRD es un peligro para México, están exterminando lo que queda del paÃs. De ahà que las personas opten por el cambio de régimen y el rechazo a una continuidad llena de corrupción, violencia y parasitismo.
Las coaliciones anti sistémicas, nacionalistas, conservadoras y populistas están marcando la dinámica del cambio polÃtico en Latinoamérica. México representaba el último eslabón de un neoliberalismo colonial que se volvió impotente aún para mantener el orden. Las fuerzas polÃticas están migrando a la coalición de Morena no sólo por un superlativo de conservación, el orden social se ha perdido y nadie sabe como restablecerlo. Morena es el nombre del Monstruo Bardo que puede redimir o aniquilar México.
España y Polonia necesitaron de lÃderes prudentes que promovieran amnistÃas, consensos y pactos. El cambio sin ruptura que Manuel Camacho SolÃs sostuvo desde siempre y que, ahora, retoma una importancia sin parangón. La derecha neoliberal católica como el comunismo polaco y el franquismo tradicionalista, hace agua por todas partes. No tienen razón en nada. Son ejemplo de lo peor. Por salud deben marcharse y, al tiempo, buscar la regeneración. Con todo y las caracterÃsticas antropológicas de la cultura mexicana, la clase polÃtica y sus poderes fácticos se han tornado en ajenos, distintos, peligrosos.
¿Es Andrés Manuel López Obrador un Conservador Revolucionario? De entrada asà lo parece. Depende de la sociedad que no se transforme en un Francisco I. Madero o Plutarco ElÃas Calles. Depende de los mexicanos valorar la república, laicidad, educación e instituciones que ha heredado la sangre de mexicanos virtuosos. La globalización, el catolicismo, Occidente y orden neoliberal, presentan una crisis histórica, cada sociedad está conduciéndose para salvaguardar su vida. El conservadurismo cultural es el fantasma que recorre el mundo, una oportunidad y un riesgo tremendo.