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Cosas Veredes Sancho

Desde que empezó la efervescencia en el Congreso de España para derrocar al presidente Mariano Rajoy, veíamos con cierta incredulidad que eso pudiera ocurrir, no sólo por la complejidad que representaba conseguir los votos necesarios entre los diferentes partidos y organizaciones ahí representadas, sino por las posibles consecuencias de la inestabilidad para el propio país. Sin embargo, apenas unos días después, amanecimos con la estremecedora noticia de que había sido propiamente derrocado y que España tendría nuevo presidente, a partir de lo allá llaman Moción de Censura. Así, surgió ya un nuevo presidente, Pedro Sánchez del PSOE y sentó precedentes, pues es el primero que no jura ante la biblia sino bajo los preceptos de la constitución española, además de que no es diputado como lo han sido sus antecesores. Y quedamos todos tan azorados como cuando Don Quijote dijo a Sancho ante un acontecimiento sorpresivo y telúrico “cosas veredes…”. Un cambio que de entrada no ha sido tan cismático como hubiéramos pensado y que parece abrir con cierta estabilidad un nuevo periodo presidencial que se extenderá a lo largo de dos años, aun cuando muy posiblemente se convoque a elecciones con anticipación. Y un duro golpe al Partido Popular (PP) inferido por partidos minoritarios comandados por el PSOE, que parte de la evidente corrupción que se dio dentro de la organización política que postuló en su momento a Rajoy con un grupo de empresarios. Sin embargo, llegado el momento de las elecciones nada podrá impedir que pueda regresar el P Popular, aun cuando no gobernaría del todo por las reglas que se tienen y la composición camaral. Como sabemos, la votación estuvo muy cerrada y apenas con los votos del Partido Nacionalista Vasco se inclinó la balanza y procedió la Moción de Censura y la imparable caída de Rajoy. Más allá de todo, sentimos que en España siguen estos vaivenes y no hay encontrado la ruta de un una plena estabilidad política, con continuidad y solidez. Y peor aún, una serie de encuentros y desencuentros que no pasarán con Sánchez, sobre todo frente a la decisión inminente que se habría de tomar en el caso del movimiento independentista de Cataluña, entre otros enormes problemas y retos que se avecinan. En todo caso, ya veremos en los meses subsiguientes el comportamiento político, y económico y social dentro y fuera de sus fronteras.

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