Empezó la fuga de las ratas que abandonan el barco, el pretexto que les van a bajar los salarios. Los neoliberales del Banco de México se van, que bueno. Aunque se defienden diciendo que seguramente los funcionarios de $70,000 pesos no pueden ser buenos. En un país de salarios de $2,400 mensuales.
Empiezan las huelgas en las universidades. El gobierno no facilita los recursos para que las universidades funcionen normalmente y presiona para que lleguemos con efervescencia universitaria a diciembre. Menos mal que la maniobra en la UNAM se las frenaron.
Aumenta la energía eléctrica en 80% para industrias. Algunas empresas entraron a paro técnico, otras determinan transferir el costo al consumidor, o sea que se dispara la inflación. Los hoteleros piensan ampararse. Ya dirán que fue culpa de AMLO que no la supo controlar desde antes de ser presidente.
Peña hablo de transmitir el poder en conjunto con AMLO, pero por lo visto, lo que prefiere es ir poniendo muchas piedras en el camino y desestabilizar al país.
El 1 de diciembre todos los problemas serán de AMLO, incluidas las fallas creadas ex profeso por Peña. La intención es clara. Debilitar al gobierno para tratar de recuperar el congreso en el 2021.
El gobierno tendrá la opción de presionar para bajar la inflación. Bajar costo de energéticos por ejemplo, pero encima le quedará la deuda y por supuesto, tendrá que atender las inestabilidades que deja Peña.
En fin, Peña se va con la calificación de haber sido uno de los peores presidentes de México y lo hace empeñando el futuro del país, al fin que el suyo propio quedó asegurado.