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Madrazo

Roberto Madrazo no supo leer o no entendió el equilibrio de poder, se enfrentó a Elba Esther Gordillo y salió trasquilado, tal parecía que la coyuntura lo dejó atrás y se pasmó ante negociaciones que lo derrotaron. Por eso mismo, todo mundo se pregunta a que se debe que ahora salga a rebelar que la elección la ganó AMLO y no Calderón, cosa que demostraron muchos académicos que estudiaron las anomalías electorales. La confusión reside en que no se entiende que gana en este momento.

Una lectura posible sobre la elección es que Madrazo terminó en tercer lugar porque el partido se desmoronaba. Otra lectura es que fue una elección de Estado y el PAN echó mano de todos los recursos posibles para quedarse con el poder aún a riesgo de darle una puñalada al sistema democrático por el que decían haber luchado. La tercera lectura es que en efecto López Obrador generó una opción política hacia el centro izquierda una generación después de Cárdenas y ganó la elección, en ese momento los factores de poder económico-políticos prefirieron defraudar al sistema.

En 2006, las resistencias contra el cambio manejadas por los defensores del neoliberalismo evitaron que se dieran pasos para desmantelar el régimen de privilegio y privatización, que para ese entonces había empobrecido al país.

Pero que gana Madrazo con sostener ahora que en efecto hubo fraude. Su partido está en la lona y se levantará con dificultad, el PAN esta hecho garras en una lucha insensata por el poder y López Obrador ha ganado con una mayoría rotunda. En ninguno de éstos elementos cabe Madrazo. Así lo suyo parece ser una venganza tardía sin mayor repercusión.

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