Un fantasma recorre el mundo, es el fantasma de los mercados (Disculpas por la paráfrasis Marx).
Ante cualquier inestabilidad, especialmente con las monedas y la bolsa de valores, nos dicen que los mercados reaccionaron en contra. Nunca nos dicen porque los mercado reaccionan a favor.
Cuándo se canceló el aeropuerto, los mercados se enfurecieron y tiraron la bolsa. Los agoreros de la oligarquía gritaron: “el país perdió cientos de miles de millones de pesos” y un empresario aireado me dice: “ese dinero no existe”. Aha, entonces el país no perdió nada y los mercados solamente gritaron: “Ahí viene el lobo”.
Cuándo se anunció que quieren bajar las elevadísimas comisiones que cobran los bancos, los mercados volvieron a enfurecer y tiraron bolsa y peso, y el país volvió a perder una fortuna, ah, pero como dijo el empresario, uno de esos dineros no existe, luego entonces seguimos sin perder nada. Y los mercados volvieron a gritar “ahí viene el lobo”.
Pero, ¿quién es ese mercado que se enfurece y hace que desaparezca dinero inexistente en un abrir y cerrar de ojos? Y ¿cómo es que nos han hecho creer que ese es el comportamiento de la economía real?
Luego resulta que surgen empresas que califican a los mercados del dinero inexistente y también gritan “ahí viene el lobo”.
Frente a tantos gritos del lobo, los gobiernos se espantan, los amanuenses del mercado nos espantan y logran que la gente se arrodille ante las amenazas de los que manipulan dinero inexistente, hasta que convencen a los ingenuos que inviertan ahí dónde los que manipulan se llenan los bolsillos de dinero existente.