Se advierte un resultado electoral en la entidad que será adverso a los institutos políticos tradicionales. No obstante, el via crucis que la ciudadanía ha vivido para configurar a la clase gobernante parece no arrojar nada nuevo. Aún cuando el probable partido ganador habla de alternancias y diferencias con los regímenes priista y panista, los vínculos y conexiones son cada vez más comúnes y cotidianos.
La posibiidad de reestructurar el antiguo modelo hegemónico de partido ha incentivado que Morena admita antiguos cuadros enemigos que buscan la superviviencia a toda costa y por encima de quien sea. Los norteamericanos también pactaron con los nazis una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, el fascismo era importante para reconstruir Europa; pero, sobre todo, para iniciar otra guerra mayor con la Unión Soviética. Norteamericanos y nazis vencerían a la URSS e implantarían el supercapitalismo que conocemos como modelo neoliberal.
¿Qué implicaciones tiene la importación de cuadros priistas y panistas a Morena? ¿Cuál es el propósito de pelearse en público y tener "vasos comunicantes" en lo oscurito? ¿El óptimo lo constituye el negocio de una reconstrucción que termina beneficiando a todos?
Noam Chomsky consideró la Guerra Fría como una tragicomedia consensada donde siempre perdieron los mismos: los más pobres y la clase media. ¿Qué opereta configuran en Puebla los hombres del poder?
El debate entre las principales fuerzas que se "disputan" el gobierno del estado, es el guión que advierte la correlación de fuerzas en el futuro. Críticas inhumanas, clasistas, vulgares, groseras a más no poder, el espectáculo de la chusma; empero, posterior a ello, el ofrecimiento de consultorías, asesores de imagen y operadores políticos para "cabildear" la capitulación.
Al menos, dos cosas han quedado claras posteriormente al espectáculo de la politiquería que se ha extendido en forma amplia para detrimento de los poblanos. Por una parte, la sociedad civil y la academia han perdido su papel como esfera pública en la relación dialógica de la vida local. Los actores que, consciente o inconscientemente, hipotecaron estos espacios públicos a intereses particulares y partidistas, han cometido un crimen contra la ciudadanía y la ciencia. Por su naturaleza e importancia, estos espacios son neutrales y deben guardar un fuerte compromiso con la libertad y los seres humanos; con la cancelación de esta ruta se legitima el camino de la barbarie. Por otro lado, el pragmatismo y la admisión del transformismo en Morena, homologa el movimiento a las trayectorias de la izquierda cardenista y el catolicismo: son iglesias con millones de creyentes pero ningún fiel. A López Obrador, como a Bergoglio, nadie de sus obispos y cardenales le atiende, ninguno quiere oler a oveja y repudian la publicitada austeridad. Traición, engaño y corrupción son inercias de la realidad mexicana.
En forma amarga se cumple el hipotético oligárquico micheliano en Puebla, el avilacamachismo no muere, sólo se transforma. Las selfies, empleomanías, chambismos y los negocios en puerta, son muestra de que los espacios de poder vuelven iguales a las personas que los ocupan.
Puebla no va a cambiar en el futuro próximo, el consenso avilacamachista impide que las estructuras se muevan y sólo la inercia permite algún avance. Lo grave viene a ser el nivel que la violencia, marginación y emigración están alcanzando. Si esta es la normalidad poblana que permite la coexistencia de las oligarquías; entonces, Puebla ya perdió este próximo junio.