¿Se hizo bolas el engrudo en la Cámara de Diputados?
Hay dos posturas interesantes ante el intento de MORENA de no rotar la presidencia de la cámara. La que sostiene que como MORENA tiene mayoría absoluta puede echar abajo las viejas reglas de gobernación que rigen al congreso, y tienen razón, pueden, ¿pero deben?
La segunda postura sostiene que un sistema diseñado para la participación de las minorías debe respetarse para que se escuchen todas las voces. Las voces se escuchan, de hecho la tribuna la toman todas las fuerzas políticas y los debates están diseñados para que se escuche a todos. El tema es si debe dársele un papel preponderante a la oposición, especialmente el manejo de la agenda legislativa, lo que podrá generar parálisis legislativa y frenar las acciones del gobierno, no darle ese papel podrá generar parálisis legislativa y frenar al gobierno. En ésta paradoja política de difícil solución la pregunta es cuál parálisis le interesa o conviene al partido en el poder.
El PAN pone en la mesa su postura en el senado a cambio de la presidencia de la Cámara de Diputados, podrá sonar fuerte pero así es la política.
Desatorar la parálisis siempre lleva un costo político. El PAN ha hecho carrera negociando beneficios no siempre de manera honesta. Para MORENA que ha hecho votos por cambiar al sistema, enfrentar la realidad de tener que hacer concesiones tal vez de mucho calado, puede comprometer grandes reformas y entonces llegará a las próximas elecciones cargando en la espalda la derrota.
Se hizo bolas el engrudo.