Última instancia
¿Qué debemos de hacer los ciudadanos frente a la falta de respuesta del gobierno ante la crisis de la pandemia? En primer lugar, tomar conciencia de lo grave de la situación en la que nos encontramos. Lo que ayer propuso López Obrador en su llamado informe fue, básicamente, mantener las políticas públicas que instaló desde el inicio de su sexenio.
Ahora, es más que claro para todos que las políticas del gobierno federal no han sido exitosas para la activación de la economía; sino al contrario, representaron el año pasado un retroceso en el crecimiento económico.
Pero ahora, ante la pandemia que nos invade a nivel mundial, es absolutamente necesaria la participación del gobierno para mantener la economía a flote. La única forma de hacerlo es apoyar a las empresas para su subsistencia.
Como todos sabemos, la mayoría de los negocios que generan empleos en México son microempresas que tienen entre 1 y 10 trabajadores.
Para ello, es necesario la aplicación de políticas que se conocen como contra cíclicas, consistentes en el diferimiento y exención de impuestos durante un tiempo determinado, a fin de apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas para que subsistan mientras no generen ingresos, ante la orden del distanciamiento social y de quedarse en casa.
Pero, la decepcionante actitud del presidente anunciada ayer, nos indica claramente que continuará gastando dinero en proyectos improductivos. Esto es punto menos que criminal ante la crisis que nos agobia, ya que el gobierno estará literalmente tirando dinero a la basura en proyectos de negocio improductivos
como los de PEMEX y el Tren Maya, así como repartiendo a diestra y siniestra fondos directamente a los ciudadanos, que se van a desperdiciar en el gasto diario, en lugar de mantener a las empresas vivas, que son las que generan riqueza, inversión y empleo.
¿Qué debemos de hacer los ciudadanos ante esta terrible situación? Continuar organizándonos para recuperar, en las elecciones del 2021, la Cámara de Diputados y quitarle al presidente la facultad de manejar el presupuesto a su antojo, para que se genere una política económica adecuada para el crecimiento del país.
Luego, para el 2022 podernos organizar adecuadamente una gran campaña de revocación de mandato, misma que el presidente mismo nos puso en charola de plata a los ciudadanos para quitarlo legalmente del poder para que no siga arruinando al país.
Para lo anterior, debemos presionar a los partidos políticos para que se enfoquen en la realización de los dos objetivos anteriores y se olviden de mantener a sus camarillas cerradas en el poder partidista, que son las que han venido ahorcando a la oposición en México.
Solamente se podrá lograr lo anterior si existe una acción concertada de los ciudadanos para hacerlo. Está en manos de todos y cada uno de nosotros poderlo lograr, realicemos acciones concretas para ello.
Debemos de generar conciencia ciudadana de la noción de que los diputados son los responsables de aprobar las políticas económicas desastrosas que ha propuesto el presidente, mismas que han puesto de rodillas a la economía nacional y que, de continuar con las mismas, como lo acaba de anunciar en su “informe”, acabará por destruir miles de unidades económicas que generan más del 80% de los empleos del país.
Al destruir a las empresas, el gobierno se quedará sin impuestos. Sin dichos recursos se acaba toda dádiva a la población, todo apoyo posible del gobierno a las empresas, generándose una situación que devenge en levantamientos sociales (como los saqueos que hemos presenciado en las grandes ciudades del país) y aumento de la violencia, fuga de capitales y pérdida de nuestras libertades.
Estamos en el umbral de la peor crisis económica, social y de seguridad si no hacemos nada para evitarla. Está en nuestras manos actuar. Hagámoslo ya antes de que sea demasiado tarde.