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Grosería y cultura

Un presidente tratando de agredir a sus oponentes les sorrajo un:

- No hay chile que les embone

Fuera de lo agresivo del dicho que sugiere una penetración insatisfecha, en parte da en el clavo respecto a la sociedad mexicana.

No hay nada que contente a una sociedad enojada, incrédula, harta, que machuca hasta la desesperación porque no tiene quién la escuche desde el poder y se cree las teoría conspiratorias y confía en los rumores antes que en la verdad gubernamental con la esperanza de así ser escuchada.

Un empresario cuya fortuna se hizo vendiendo influencia y que agrede a López Obrador por ser deshonesto dice: “yo tengo un socio que es amigo de los hijos del presidente y me dice que tienen y donde lo tienen, y por supuesto que no te daré el nombre”. En México todos tienen un amigo que es conocido de un compadre que conoce a alguien influyente que sabe todos los secretos de Estado. Y ese amigo, parecido a los amigos imaginarios que tienen algunos niños, dura en la vida adulta de muchos mexicanos.

La sociedad mexicana es gruñona, se queja de todo; si le ponen un tren elevado porque se los ponen, si no se los ponen porque no se los ponen, el caso parece ser tener de que quejarse y esto lo llevan a extremos preocupantes al grado de salir a bloquear vialidades ante la menor provocación, incluida la que se hacen a si mismos. Agreden enfermeras porque los van a contagiar, pero se salen a socializar y enfiestar sin las menores protecciones como recomienda el gobierno aunque se pueden contagiar y cuando se contagian culpan al gobierno por no planear ante una pandemia que nadie en el mundo imaginaba llegaría y le exigen que les pague. En Monterrey construyeron en el lecho de un río y se enojaron porque el agua se llevó sus casas, la culpa era del gobierno que no les aviso que ahí había un río.

Ese mexicano nunca tiene la culpa de nada, dice que en México nunca pasa nada ni cuando pasa, y por muy doloroso que sea coincidir con el kleptocrata mayor (Peña) en realidad parece no haber chile que les embone.

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