La Manzana Flechada
La conocí hace unos 25 años cuando nos invitaron a una cena en casa de José y Licha Gallástegui. Él era, en ese entonces, Subsecretario de Relaciones Exteriores y sus funciones se vinculaban también a la promoción de nuestra cultura a nivel internacional.
Desde esa ocasión, surgió con Pilar Pellicer una simpatía mutua que nos llevaría luego hacer muy buenas amigas.
También nuestras familias se interrelaciónaron y con frecuencia compartíamos comidas y cenas con otras amigas y amigos, de hecho parejas y matrimonios del medio cultural e intelectual, así como con nuestros hijos.
Recuerdo, igualmente proyectos que nos unieron, por cierto uno muy importante junto a Jaqueline Andere, como fue el de Ser Humano, una Asociación Civil no lucrativa dedicada a ayudar a los niños con cáncer
Fui testigo entonces de su generosidad y compromiso social en diversos momentos de nuestra larga amistad.
Asimismo, su trayectoria en cine, televisión y teatro, fue impecable y brillante profesionalmente, por su talento, preparación y sensibilidad artística. Valga decir que era un sólido pilar de nuestro cine.
Una gran mujer, que traía la prosapia y el genio de una dinastía de tabasqueños ilustres, como su padre un destacado abogado y qué decir del insigne poeta y personaje egregio de la cultura mexicana Carlos Pellicer, de quién era su sobrina.
En la segunda mitad del siglo, pasado Pilar marcó con hondura su huella en el cine nacional, destacándose como una actriz fuera de serie. Bien sabemos que participó en medio centenar de films por los que obtuvo diversos reconocimientos, relevantemente un Ariel a la mejor actriz en 1975 en La Choca. Y así también destacó en muchas telenovelas como una actriz versátil y talentosa.
Todavía alcancé a verla hace un par de meses con la misma estimación de siempre, aunque se tratara de un encuentro triste, y fue en el propio velorio de su esposo Javier Gallástegui, igualmente un amigo inolvidable. A la vez, ahí platiqué y estuve cerca de Ariane, su hija, quien es también una muy ameritada exponente del ámbito cultural, en esa dura experiencia de la muerte.
Ahora, de nueva cuenta nos embarga la tristeza por la partida de Pilar, a quien tanto aprecié y admiré, si bien seguiré viendo sus películas donde su luz de Estrella, tanto brilla y brillará.