La Manzana Flechada
Hay hechos que calan tan hondo en la sociedad, sean de signo positivo o negativo, que inciden propiamente en la cultura misma.
Ahora, se ha presentado una pandemia con consecuencias devastadoras en el ámbito de la salud y la economía, que conllevan cambios en nuestros hábitos y costumbres.
Hace apenas un año, el tapabocas era sólo de uso exclusivo para los médicos en las intervenciones quirúrgicas, práctica que por cierto parte del siglo XIX cuando los empezaron a usar para que su saliva no pudiera contaminar el instrumental médico, pero sobre todo al paciente intervenido. Si acaso se usó y luego más extendidamente, cuando contagio a millones la llamada gripa española
Hoy, su uso es colectivo y es un objeto imprescindible en el día a día, para protegernos y proteger a los demás del pernicioso Covid 19.
Por igual, la aplicación del gel antibacterial es toda una innovación, pues no formaba parte de los usos del consumo popular y prácticamente estaba restringido al ámbito de la medicina y la ciencia o en la industria de la alimentación y la de fumigaciones.
También lo es la aparición de un término que nunca antes se incluía en nuestro lenguaje y forma de actuar, me refiero si, a la ya usual sana distancia que debemos guardar entre unos y otros para evitar contagios.
Qué decir del enclaustramiento, que no lo conocíamos ni lo habíamos experimentado con esa intensidad y duración, atrayendo problemas y retos, pero a la vez oportunidades de crecimiento personal y familiar o profesional.
En fin, una serie de medidas, que fuimos adoptando tanto en nuestra vida personal y dentro del hogar como hacia fuera, ya sea a la hora de ir al mercado para abastecernos o bien desarrollar una tarea esencial. Y así en otras cuestiones como
podría ser el llamado semáforo epidemiológico, los medicamentos de moda, el continuo lavado de manos o referencias a la contingencia
Conceptos y hábitos que quedarán en buena medida en nuestra forma de pensar, hablar y actuar para sedimentarse en nuestro acervo cultural, entendido en el sentido más amplio del término.
No sabemos todavía que otras recomendaciones o modalidades puedan surgir en nuestra convivencia social, pero de seguro se insertarán igualmente en lo sucesivo en nuestra cultura.